Muchos países vienen avanzando en las discusiones sobre la pertinencia de implementar monedas digitales, entre otras, por la gran acogida que en primera instancia viene teniendo las criptomonedas.

No obstante, es importante entender que la moneda digital y la criptomoneda no significan lo mismo y tienen diferentes usos.

(Vea también:  En qué debería invertir su empresa para que no le pegue tan duro la recesión en 2023)

Una de las diferencias más importantes, como señala Bibiana Taboada, codirectora del Banco de la República de Colombia, es que aunque ambas emplean tecnología ‘blockchain’, es decir, la moneda digital sería un activo del banco central de un país, es centralizada y estaría en manos de los agentes de la economía.

En contraste, “muchos de los criptoactivos funcionan de manera descentralizada, son otro tipo de entidades las que dan acceso a la sociedad”, destacó.

El medio Kionetworks especifica que una moneda digital es cualquier moneda a la que se puede acceder de forme electrónica. En otras palabras, es poner en la virtualidad monedas oficiales de los países en ese espectro, como un posible dólar, euro o peso colombiano digital.

“Las monedas digitales tienen todas las propiedades innatas, incluido el dinero físico y el dinero digital, lo que permite intercambios inmediatos que se pueden ejecutar de manera consistente para realizar transacciones en todo el mundo mientras se asocian con dispositivos y redes compatibles”, se lee en el portal.

Y se añade que estas monedas prometen menos volatilidad y mayor seguridad, por contar con el apoyo de sus respectivas instituciones monetarias, encargadas de asegurar su estabilidad.

Lee También

por su parte, las criptomonedas, como afirma el Banco Santander, son un activo digital “que emplea un cifrado criptográfico para garantizar su titularidad y asegurar la integridad de las transacciones, y controlar la creación de unidades adicionales, es decir, evitar que alguien pueda hacer copias como haríamos, por ejemplo, con una foto”.

A diferencia de la moneda digital, las criptomonedas no están reguladas ni controladas por ninguna institución y no requieren de intermediaros en las transacciones. “Se usa una base de datos descentralizada, blockchain o registro contable compartido, para el control de estas transacciones”.

Este activo digital por no tener presencia física se almacena específicamente en billeteras digitales.