Alrededor del mundo son constantes los estudios e investigaciones que buscan indagar sobre la recurrencia de la infidelidad en las parejas. Y no puede resultar tan casual que en varios de tales informes los colombianos –y de un tiempo para acá, con mayor incidencia, las mujeres– estén generalmente disputándose los ‘lugares de honor’.

Por ejemplo, una marca de preservativos realizó una encuesta que reveló que los países con la tasa de infidelidad más alta del mundo se encuentran en Asia (Tailandia, Corea del Sur y Malasia), en tanto que en lo que corresponde a Europa y a América (donde una de cada dos personas acepta ser infiel), esa lista es encabezada por Rusia y, sí señores, por Colombia, respectivamente.

Y si se pone la lupa en la región, un sondeo de la firma Tendencias Digitales hecho para el Grupo de Diarios de América (GDA) indica que un 66 % de los consultados reconocieron haber caído en la tentación por lo menos una vez.

Qué lugar en escalafón de infidelidad ocupan los colombianos

En ese escalafón, los colombianos aparecen en el tercer lugar, solo superados por los costarricenses y los brasileños. El mismo estudio también muestra que las mujeres de nuestro país son las que más aceptan haber sido infieles a sus parejas una o dos veces, con un porcentaje superior al 59 %, mientras que las chilenas y las brasileñas admiten este engaño en más de 3 ocasiones, en tanto que las mexicanas son las que más confesaron estar haciéndolo al momento de la encuesta.

Y al parecer este no es un resultado revelador ni sorpresivo, pues otro estudio de The Journal of Sex Research ya había concluido que el género femenino es más propenso a cometer infidelidades que el masculino, un fenómeno que en la apertura de la mente de muchas uniones y la aceptación de intercambios puede tener una incidencia importante.

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A esto también se suma, como es lógico en esta coyuntura mundial, un considerable incremento en las infidelidades tecnológicas, compuestas por fotos y videos sexuales o charlas con contenido explícito, y donde las mujeres encuentran gran atractivo al tener la posibilidad de proteger su anonimato.

Para algunos psiquiatras, las razones más comunes que llevan a las personas al engaño están relacionadas con insatisfacción sexual, rasgos o una personalidad narcisista, la oportunidad para hacerlo, un estado de ebriedad, problemas de disfunción de las parejas y por venganza.

Cómo operan los detectives para buscar infieles

Pero así como el aumento de las infidelidades continúa creciendo en el país, y que según un análisis de la plataforma Gleeden (que facilita los encuentros extramaritales) tiene en los bogotanos, paisas y caleños a los más infieles, en Colombia también está creciendo de manera exponencial la demanda de servicios de investigadores privados, con el fin de ‘cazar’ a estos amantes aventureros.

Al respecto, Jeisson Villamil, coordinador operativo nacional de Asesores-IP SAS, Detectives Privados Colombia, coincide en señalar que en la actualidad es más frecuente que los contacten por esta clase de situaciones en las que las parejas sospechan que están siendo engañadas y quieren desenmascarar a sus cónyuges, lo que se constituye en el servicio más solicitado de todo su portafolio.

“La infidelidad es el tema más recurrente, tanto para colombianos como para extranjeros, quienes pese a estar lejos les apuestan a amores gestados por medio de plataformas y páginas virtuales”, agrega.

Para esos casos se ofrecen vigilancias y seguimientos legales para recaudar fotos y videos de infidelidad, que puedan ser utilizados en procesos civiles y de familia. Pero esos no son los únicos casos que monitorean debido a una gran demanda de sus servicios.

Dicho incremento, para este investigador, ha sido influido también por la emergencia sanitaria generada por el COVID-19, pues las personas comenzaron a tener más acceso a Internet y tiempo para buscar parejas virtuales en redes sociales, tanto desde Colombia como hacia Colombia; sus servicios ya no solo son de infidelidades, sino que las personas contratan sobre búsqueda de familiares perdidos, ausencias laborales, estudios de antecedentes e investigaciones por conducta de pareja.

Ojo con los estafadores que se hacen pasar por detectives

No obstante, Villamil advierte que, gracias a ese mismo aumento de las solicitudes para investigar a las parejas, algunos inescrupulosos están aprovechando para estafar a los desesperados clientes utilizando esta profesión, y la manera más práctica es hacerse pasar por investigadores privados, subiendo información en las redes y servicios más baratos.

Así mismo, ofrecen el denominado ‘software espía’ para controlar y registrar secretamente la información de la actividad de un teléfono y ‘hackeos’ a celulares de manera remota solo con el número de la persona.

“El aumento en el uso de estos servicios se ha dado a raíz del nuevo Código de Procedimiento Penal (Ley 906 de 2004) y, ahora, en los últimos cuatro años, por el tema de la expedición de la Ley 1826 de 2017, que trata sobre el procedimiento penal abreviado, que permite a las víctimas solicitar la figura del Acusador Privado, que es una normatividad jurídica que delega la responsabilidad a las personas para que recaben las pruebas, debido a la falta de recursos y la saturación del sistema judicial en Colombia, y ello nos convierten en una opción mucho más práctica y rápida para la obtención de evidencias y elementos materiales probatorios”, precisa el directivo de la firma de detectives, quien además agrega que es necesario que el Gobierno esté atento a esta profesión para que sea regulada.

Por eso, para no caer en estafas y engaños, este investigador aconseja revisar el perfil corporativo de la empresa o del detective que se contrate, que este demuestre su experiencia en el campo y de dónde obtuvo sus conocimientos, así como los casos públicos en los que haya participado o las certificaciones de empresas o de abogados con los que haya trabajado; lo que denota profesionalismo, calidad y seriedad en el cumplimiento de sus investigaciones.

“Un cliente no debe deslumbrarse por una página web bien elaborada, ya que en estos tiempos son muy sencillas y económicas de realizar; tampoco por servicios baratos en plataformas de anuncios, pues de ahí el adagio de que lo barato sale caro, se torna una realidad”, explica Villamil.

Así mismo, recalca que una empresa seria y legalmente constituida debe contar con una línea fija ligada a una dirección de una oficina que sea verificable, al tiempo que la agencia debe estar debidamente registrada ante la cámara de Comercio y su RUT debe estar actualizado.

También señala que hay que tener en cuenta que al momento de concretar un servicio se debe exigir la entrega de un formato de contratación con toda la información de la empresa, como NIT, descripción del servicio que contrata, monto pagado y acuerdo de confidencialidad firmado por las partes, sin olvidar que el investigador que atienda la entrevista debe identificarse con cédula de ciudadanía, el carné de la empresa y, de ser posible, su placa.

“Si el cliente no está en la ciudad en la que requiere el servicio o, simplemente quiere guardar su identidad, también puede usar los medios virtuales para verificar esta información, pedir certificados, NIT, entre otros. De igual manera aplica para un cliente en el exterior. Recuerde que la información privada de su caso debe estar en buenas manos, confiables y que le garanticen su resguardo, tratamiento de datos y confidencialidad”, puntualiza el experto.