Comer en la calle o en restaurantes, sin importar cuál sea, es un lujo que cada vez les sale más caro a los colombianos, pues con los aumentos de los últimos dos años, estos sitios han tenido que subir sus precios para poder mantenerse.

Por tal razón, muchas personas han optado por dismunir el pago de la propina como una forma que les ayuda a su bolsillo, pero perjudica a los meseros, cocineros y demás personas que trabajan en los diferentes locales de comida del país.

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Meseros y gerentes de 3 restaurantes con más de 20 mesas, ubicados en Bogotá, le contaron a Pulzo que en el primer mes del año vieron que las propinas de los trabajadores disminuyeron en un 15 %, afectando los salarios mensuales que reciben estas personas por su trabajo.

Si bien las empresas les ofrecen un sueldo base, una buena parte de sus ingresos son las propinas que dejan los comensales. En algunos casos, la baja fue mucho menor porque hacen parte de las personas que ganan el salario mínimo y que desde este 2023 empezaron a recibir más dinero, pero sigue siendo una disminución en la propina que los afecta.

Y es que en el país, los comensales no están obligados a pagar propina, aunque en la mayoría de los restaurantes con servicio a la mesa sí se hace. La Superintendencia de Industria y Comercio señala que “el establecimiento puede sugerir el valor de la propina, siempre que no supere el 10 % del valor del servicio prestado, y se le debe preguntar al consumidor, cuando este solicita la liquidación de su cuenta, si desea incluirla en la factura o si desea pagar una cuantía diferente”.

En cumplimiento de esta ley es que las personas han dejado de pagar la propina o, en algunos casos, reducirla al 5 %.

Restaurantes en Colombia reciben menos propinas y otros problemas

Desde el gremio de los restaurantes han acudido a varias estrategias para que las ventas no bajen. Promociones, alianzas, festivales, entre otros, han sido una vía para impulsar el comercio desde hace varios meses, pero el aumento en el precio de los alimentos sigue afectando.

En los últimos meses, algunos lugares han tenido que cambiar la carta para subir los precios. De hecho, enero algunos lugares presentaron un 14.5 % de aumento en precios y si la inflación continúa al alza puede estar exponiendo al sector gastronómico a una nueva crisis.

Entre las categorías que más suben, informaron en Noticias Caracol, están las comidas rápidas, los lugares de carne y los fritos. En estos tres sectores hay miles de comercios que son muy conocidos en el país.

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Por el momento, en el sector de la gastronomía no hay despidos de empleados ni cierre de grandes empresas, pero algunos microempresarios sí han empezado a vender sus negocios para no tener que enfrentar a los cliente inconformes con la subida de precios.