Estos vehículos, conocidos como carros de salvamento, son los que han sufrido daños y que, para las aseguradoras, son pérdida total o tienen daños de mayor cuantía.

El propio contexto de los vehículos lleva a que sus dueños o las aseguradoras tengan que venderlos para pagar deudas u otros gastos operativos. (Vea tambiénRevelan errores a la hora de comprar carro usado: uno de 100.000 km no estaría tan cascado).

Una serie de consejos, entregados por El Tiempo, señala que estos carros son perfectamente comprables teniendo en cuenta factores como el ya mencionado de la legalidad y otros como el tipo de daño que tenía el vehículo.

Daños en la alineación y el balanceo suelen ser más graves que otros daños en autopartes que pueden ser reemplazadas fácilmente y que no causarían un mayor gasto de parte del comprador.

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El precio es otro factor a tener en cuenta. Un valor muy bajo estaría ligado a un vehículo cuyo daño es muy grave y del cual el dueño solo quiere salir al precio que sea.

Uno de los elementos clave a tener en cuenta de los carros de salvamento es que, en caso de un nuevo choque, evidentemente este ya no responderá de la misma forma en la que lo hizo la primera vez.

Carros usados: consejos para comprar uno

El presupuesto, el lugar en el que se compra y un análisis detallado que vaya más allá del kilometraje son clave para que usted compre un carro usado y no se lleve una sorpresa desagradable.

Lo primero que debe tener en cuenta es el tema económico. Debe hacer un presupuesto y cotizar varios vehículos que le gusten, con el fin de no dejar su dinero en cualquier lugar.

En cuanto al carro en sí, lo importante es que no se deje llevar por el valor del kilometraje del vehículo. La tendencia indicaría que un auto con menor distancia recorrida estaría menos cascado, pero esto no siempre es así.