El proyecto busca que ni colegios públicos ni privados vendan bebidas azucaradas con un porcentaje de fruta inferior al 50 %, para contribuir con la alimentación sana de los niños y crear hábitos saludables.

Uno de los promotores de la iniciativa es el representante Harry González, que en el debate señaló que el consumo excesivo de bebidas azucaradas contribuye a padecer enfermedades como la obesidad, hipertensión y diabetes e incluso pueden llevar a la muerte.

Además, aseguró el congresista, varias empresas productoras de esos refrescos están apoyando el proyecto.

Estamos haciendo historia. Este proyecto de ley va a contribuir muchísimo a mejorar la calidad de vida y a disminuir el riesgo en la exposición que tienen los niños y las niñas por su alimentación. Prohibir las bebidas azucaradas debe verse, desde todo punto de vista, como algo positivo para la salud pública”, agregó.

Por otra parte, el congresista Henry Correal señaló la importancia de también regular la venta productos con altos porcentajes de sodio y grasas trans, pues no le ve sentido restringir la venta de refrescos con alto contenido de azúcar en colegios y permitir la comercialización de otros “que podrían perjudicar la dieta de niños y niñas”.

Incluso Correal se mostró en desacuerdo con decretar que las bebidas que se permitan vender deban tener al menos el 50 % de fruta, porque “la cantidad de preservantes que se necesitan para mantenerlas es más malos que el mismo contenido de azúcar”.

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Algo similar opinó el representante José Luis Correa, que señaló que los jugos de fruta tienen un alto índice glucémico y no deberían estar en la dieta de los menores.

“Lo ideal es la fruta original y está claro que entre más pulpa, más complejo de conservar el jugo”, advirtió.

Pese a esas consideraciones, el proyecto pasó el primer debate; le falta superar otros tres para convertirse en ley.