Esta medida busca que todas las tasas de interés en el país bajen (como las de los créditos de consumo o vivienda). Aunque tarda un poco en transferirse a los préstamos que hace la banca comercial, el objetivo de hacer la reducción es que los colombianos puedan salir a consumir más, con intereses más bajos, lo que producirá un efecto positivo en la economía.

“Cuando un colombiano va a pedir un crédito lo encontrará más barato (aunque no de manera inmediata), entonces, de cara a la reactivación económica esto es muy importante”, indicó un experto a Pulzo.

De acuerdo con Juan José Echavarría, gerente del Banco de la República en una rueda de prensa, el impacto de estas medidas “expansionistas” será mayor a medida de que las condiciones de la pandemia permitan continuar con la reapertura gradual de distintos sectores productivos.

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El Emisor proyectó un oscuro panorama para la economía del país a cierre de año; según Echavarría, se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) colombiano caiga entre 6 % y 10 %, por lo que tampoco pronostica que las cifras de desempleo mejoren, informó dataiFX.

“El desempleo creció a tasas cercanas al 20 % y podía haber sido peor dado que mucha gente se quedó en casa sin buscar trabajo, de manera que el tema del desempleo pesa mucho en esta decisión”, comentó el funcionario citado por el medio.