La mujer había cancelado un servicio ejecutivo desde Cali a Madrid (España) y poco antes de su vuelo la aerolínea le ofreció un avión de “servicios generales”, explicó El Espectador.

Fue el 15 de enero de 2020 cuando la mujer tuvo que hacer su trayecto, de un poco más de 10 horas, en dicha aeronave pues Avianca le dijo que no podía viajar en un Boeing B787, de clase ejecutiva y con las comodidades que la empresa vende en su página web y en un video de su canal de YouTube.

La molestia de Casanova la llevó a comenzar un pleito con la aerolínea ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), pues la embarcaron en un A300, dispuesto por la compañía para cumplir servicios generales.

La SIC estudió el caso expuesto por la mujer y en abril de 2021 falló a favor de ella para proteger sus derechos como consumidora, y le ordenó a Avianca pagarle una indemnización de 5′973.000 pesos por no dar claridad a la hora de informarle los cambios a su cliente, detalló el medio. El Tribunal Superior de Bogotá respaldó la determinación de la SIC en mayo pasado.

La empresa quiso defenderse y alegó que los cambios en el mencionado trayecto se debió al retiro de algunos aviones Boeing B787 como parte de un “programa de mantenimiento preventivo a nivel global” recomendado por el fabricante y eso representó “circunstancias ajenas a su voluntad”.

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Sin embargo, el expediente llegó a otras instancias judiciales y la Sala Civil de la Corte Suprema le dio nuevamente la razón a la denunciante por no cumplir con lo que vende la publicidad de su servicio, cuyas condiciones incluían “el confort de los asientos y las herramientas con las que cuenta el usuario para su entretenimiento”, citó el rotativo.

Ningún tribunal desconoció la necesidad del mantenimiento pero le recordaron a Avianca la necesidad de reportarlo oportunamente a sus pasajeros, y no poco tiempo antes de que el avión despegara.