Rumbear en Bogotá es sin duda uno de los tantos planes atractivos que se tienen en la ciudad para los que desean vivir una buena experiencia. En la capital hay varias zonas de bares muy conocidos y para todos los gustos; sin embargo, muchos de ellos han sido estigmatizados por la crisis de inseguridad que no ha podido controlar la actual administración de Claudia López.
Precisamente, durante la feria de Expobar 2023, de la que Pulzo es un medio aliado, conocimos la historia de tres lugares muy famosos que están mandando la parada en la capital de la República y a los que se puede visitar para vivir una experiencia inolvidable. Uno es de la hermana de Yeison Jiménez, el otro de un ex-Dj de La Mega y el último se gastó más de 48 millones de pesos en un pescado.
Los tres sitios en mención son dos que quedan en la zona T: Clandestino y Sírvalo Pues junto a uno que está ubicado en el Parque de la 93, que es Mambo Latín Nikkei.
Clandestino
Este bar es conocido por su buena rumba. Su propietario Michael Mejía es DJ de profesión y trabajó como locutor en La Mega. Decidió emprender su negocio, que hoy ya está entre los 100 mejores clubs del mundo y pasó por Pulzo para contarnos su historia.
“Clandestino es un lugar en el que basamos toda la rumba en experiencias, tenemos dos escenarios: el espacio crossover y el ‘rooftop’, que es nuestra terraza de música electrónica. Yo soy DJ y tuve mi programa de tandas de La Mega para toda Colombia durante 4 años, un socio me invita a participar y acá comienza este sueño.
Los precios oscilan para una pareja desde los 200.000 pesos para que la pasen muy bien: “Cualquier persona, sin importar su poder adquisitivo, podrá disfrutar una experiencia increíble”.
Sírvalo Pues
Este negocio, que nació como una tienda popular en Santa Isabel, se ha convertido en una sitio preponderante para los que les gusta la música de cantina. Una de las socias del lugar es Lina Jiménez, hermana del cantante Yeison Jiménez, quien hace parte de esta empresa, que ya también tiene un local en la zona T.
“Todos somos de Manzanares, Caldas, y de varios municipios del departamento. Teníamos nuestros bares por aparte y decidimos unirnos a montar una marca. Nuestros precios son asequibles, tenemos nuestra sede en Santa Isabel, la otra en zona T y el Expréss que queda en Ciudad Berna. Con 200.000 pesos se puede pasar muy bien”, nos dijo uno de los dueños.
Mambo Latín Nikkei
Este negocio, que no lleva un año en funcionamiento, ha sido uno de los que más ha sorprendido en las noches de la ciudad, sobre todo por su tono y atención al cliente. Juan Manuel Moreno, gerente de Mambo Latín Nikkei, habló con Pulzo y contó detalles de lo que uno se puede encontrar en el lugar.
“Adentro te encuentras a 134 personas, fundamentadas en un principio sudafricano que propone que el colectivo siempre está por encima del individuo. Al lograr eso, los empleados se encargarán de que la experiencia sea única y especial. Mambo nace como un ‘dinner party’, pero el restaurante se lo tragó y ya hasta desayunos tenemos”, expresó.
De igual manera, Moreno reveló cómo fue que se gastaron 48 millones de pesos en traer un pescado desde Europa: “Yo soy políticamente incorrecto y soy disruptivo. Vivimos pensando en qué hacer diferente y encontramos una oportunidad interesante en los sitios de sushi, que trabajan con un pescado muy especial e hicimos una alianza con un proveedor para traer un atún de 223 kilos desde Galicia, España. Es un animal que llegó entero al restaurante, le hicimos todo el desposte, porcionarlo y tenemos un producto ultrapremium, pero con platos desde 78.000 pesos”.
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