La novena etapa de la Vuelta a España 2025, celebrada este domingo entre Alfaro y la estación de Valdezcaray, se consolidó como un momento clave en la carrera, al demostrar el dominio del ciclista danés Jonas Vingegaard en la montaña. En un recorrido de 195,5 kilómetros caracterizado por las duras condiciones meteorológicas, Vingegaard impuso su ritmo en la última subida, alcanzando la meta en solitario y ampliando las diferencias respecto a otros favoritos. El colombiano Egan Bernal, pese a partir como uno de los referentes, terminó cediendo tiempo significativo frente al danés y cayó al puesto 11 de la clasificación general, a 2 minutos y 55 segundos del líder, en una jornada que puso a prueba tanto la resistencia como la táctica de los corredores.
El desempeño de Vingegaard, bicampeón del Tour de Francia en 2022 y 2023, ha sido ampliamente analizado por medios especializados como CyclingNews y VeloNews. Su habilidad para gestionar ataques sostenidos en montaña y responder en escenarios tácticamente complejos lo posiciona como uno de los favoritos indiscutibles para esta edición de la Vuelta. La subida final a Valdezcaray, catalogada de primera categoría, resultó menos severa que otros puertos emblemáticos, pero suficiente para diferenciar a los ciclistas que mejor administran su energía en repechos largos. El ataque de Vingegaard fue un golpe directo a sus rivales, mostrando que está listo para controlar la carrera en lo que resta de la competencia.
La clasificación general sigue encabezada por el noruego Torstein Træen, quien defendió el maillot rojo de líder pese a la presión de sus adversarios. Træen, integrante del equipo Bahrain Victorious, es reconocido por su capacidad de resistencia y su relevante papel como escalador. Según han subrayado reportes de su equipo y análisis de medios internacionales, el escaso margen de 37 segundos sobre Vingegaard mantiene la emoción en la pelea por la victoria final y evidencia la consistencia del noruego durante las primeras etapas. La continuidad de Træen como líder es también reflejo de una planificación colectiva efectiva, especialmente relevante en pruebas de tres semanas como la Vuelta a España.
En lo que respecta al ciclismo colombiano, Egan Bernal —campeón del Tour de Francia 2019 y figura de gran proyección en el pelotón internacional—, enfrenta las consecuencias de un reciente proceso de recuperación física, hecho reportado por ESPN y Marca. Esta situación probablemente explica sus dificultades para competir al máximo nivel en etapas tan exigentes, aunque sigue siendo el mejor colombiano en la general. Harold Tejada y Santiago Buitrago, ubicados en los puestos 29 y 36, contribuyen también a la destacada presencia de Colombia en el pelotón, subrayando la profundidad del talento nacional en las grandes vueltas.




La jornada estuvo marcada, además, por el intenso frío y la lluvia en la subida final, condiciones que según Cycling Weekly obligaron a los equipos y ciclistas a modificar su planteamiento estratégico y a extremar la precaución en los descensos. La meteorología adversa añadió una dificultad extra a una etapa ya exigente, requiriendo máxima concentración, adaptabilidad y fortaleza física a los atletas, factores que influyeron directamente en los desenlaces individuales y colectivos. Un caso destacado fue el de Guillermo Martínez, quien sorprendió al ubicarse en la posición 24, mejorando notablemente respecto a jornadas anteriores.
De cara a la reanudación de la competencia el martes 2 de septiembre, tras un merecido descanso, la Vuelta a España afrontará una etapa de 175,3 kilómetros desde el Parque de la Naturaleza Sendaviva hasta El Ferial Larra Belagua. El perfil, más llano, podría permitir a los sprinters y corredores explosivos buscar recortes de tiempo o posiciones en la general. Con la segunda mitad de la carrera prometiendo mayor exigencia, tanto en montaña como en las decisivas contrarrelojes, la gestión del esfuerzo y las tácticas colectivas serán aún más fundamentales.
Preguntas frecuentes relacionadas
¿Por qué la etapa de montaña es tan decisiva en carreras como la Vuelta a España?
La montaña es reconocida históricamente como el terreno donde se suelen marcar las diferencias más grandes en las grandes vueltas ciclistas como la Vuelta a España. Esto se debe a la combinación de factores físicos y tácticos: las subidas largas y pronunciadas ponen a prueba la capacidad de resistencia, fuerza y recuperación de los ciclistas, mientras que las etapas planas suelen resolverse en sprints y generando entre los favoritos diferencias menores. Además, el formato en altitud y la sucesión de puertos pueden desgastar a los deportistas, facilitando los ataques y haciendo más difícil la defensa de posiciones en la general.
La relevancia estratégica de estos escenarios también radica en la planificación que hacen los equipos para proteger a sus líderes y en la gestión del ritmo colectivo. Una mala actuación en montaña puede hacer perder minutos irrecuperables en la clasificación, mientras que un ataque acertado puede definir, en pocos kilómetros, el rumbo de toda la carrera. De allí la atención que reciben estas etapas tanto por parte de los directores deportivos como de los aficionados.
¿Qué significa exactamente el ‘maillot rojo’ en la Vuelta a España?
El término “maillot rojo” hace referencia al jersey que porta el líder de la clasificación general individual en la Vuelta a España, es decir, el corredor que acumula el menor tiempo total tras todas las etapas disputadas hasta ese momento. Este símbolo distingue al ciclista que está al frente de la competencia y es objetivo de especial atención por parte de rivales y medios.
El maillot rojo, introducido en 2010, reemplazó al anterior color oro y representa el máximo logro en cada jornada de la Vuelta, así como la presión adicional que conlleva defenderlo. Más allá de los liderazgos puntuales, portar el maillot rojo implica una responsabilidad estratégica: los equipos deben protegerlo, controlar ataques y administrar energías para sostener la posición hasta el final de la carrera.
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