La familia del Deportes Tolima se encuentra de luto, tras confirmarse este lunes el fallecimiento de su máximo accionista: el boyacense Gabriel Camargo Salamanca, quien a sus 80 años y producto de un agresivo cáncer de tiroides, no pudo prolongar su existencia. Una pérdida irreparable para un club que lo logró todo bajo su gestión, desde el anhelado ascenso a Primera hasta la triple gloria liguera.

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Desde marzo, el dirigente había sido diagnosticado con la presencia en su cuerpo de la enfermedad. Y pese a los grandes esfuerzos de su familia por llevarlo a los mejores centros médicos de los Estados Unidos para que se diera su recuperación, como la Clínica Mayo, no pudo ganar el partido más importante. A un mes y medio de su regreso al país, se despidió en medio de sus seres queridos.

La última vez que los hinchas del conjunto de la ‘Tierra Firme’ pudieron escucharlo fue el pasado 18 de mayo, cuando en la antesala del juego frente al América Mineiro de Brasil, por la quinta fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores 2022, el dirigente agradeció el homenaje hecho por las fuerzas vivas de la ciudad: que ‘rebautizaron’ al estadio Manuel Murillo Toro con su nombre. 

“Para todo el pueblo tolimense, infinitas gracias por este homenaje. Los llevo en mi corazón”, dijo Camargo, con su voz afectada tras las lesiones que causó el cáncer en su garganta, en un audio reproducido en los parlantes del escenario deportivo. Desde entonces dejó de escucharse su particular tono de decir las cosas, en algo que ya era característico entre la afición del onceno ‘Musical’.

Por su parte, el último cotejo en el que estuvo presente en la casa del equipo, fue el del 23 de febrero, cuando en su casa los comandados por el ibaguereño Hernán Torres Oliveros vencieron al Deportivo Cali, por la ‘vuelta’ de la gran final de la Superliga. En aquella noche festejó con su hijo, César Camargo Serrano, y su nieto, Alejandro, la primera conquista como local de su divisa en el FPC.

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Camargo Salamanca fue presidente del club entre 1980 y 1982, cuando se fue debido a diferencias con los actuales dirigentes de la época. Volvió en 1994, para devolverlo al campeonato de élite del FPC, hasta 1998: cuando le ‘picó’ el ‘bicho’ de la política y fue senador de la República. Retornó a finales del 2003, para tomar las riendas hasta este año, cuando por su salud delegó en su hijo su cargo.

Campeón en 2003-2, 2018-1 y 2021-1 de la Liga, de la Copa Colombia en 2014 y de la Superliga, además de acumular siete de los ocho subcampeonatos del equipo (1982, 1983, 2006-2, 2010-2, 2016-2, 2021-2 y 2022-1), y de llevarlo a nueve ediciones de la Copa Libertadores, nueve de la Copa Sudamericana y dos de la desaparecida Copa Conmebol, el tunjano marcó un antes y un después.

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