Halep también había perdido la final del Abierto de Australia de este año, pero infligió a Stephens, ganadora del último Abierto de Estados Unidos, su primera derrota en las siete finales disputadas por la estadounidense.

El partido no fue nada sencillo para la rumana de Constanta, en la costa del Mar Negro. Halep tuvo que sobreponerse a la presión de sus decepciones en las grandes citas y a la perseverancia de su rival.

Desde de la derrota en Roma el año pasado ante la ucraniana Elina Svitolina, Halep había perdido seis de sus siete finales disputadas, con la única excepción del torneo de Shenzhen, en enero.

El artículo continúa abajo

Halep, cuyo liderato en el ranking mundial estaba asegurado ocurriese lo que ocurriese en la final, privó a Sephens del que hubiera sido su primer título en el continente europeo.

Un set y un break en contra

La tenista rumana de 26 años, verdugo de la hispanovenezolana Garbiñe Muguruza en semifinales, tuvo que remontar un set en contra, y un 2-0 en el segundo parcial, una situación opuesta a la que vivió en la final del año pasado ante la letona Jelena Ostapenko, cuando Halep había ganado el primer set y dominaba 3-0 en el segundo antes de perder su segunda final en París.

“En los últimos días no podía ni respirar, sólo intenté que no ocurriese lo que pasó el año pasado. Es increíble, no puedo creerlo, soñaba con este momento desde que comencé a jugar al tenis”, expresó Halep.

Halep, entrenada por el australiano Darren Cahill, antiguo entrenador de André Agassi, tuvo personalidad esta vez para revertir la complicada situación. La rumana limitó sus errores y recopiló cuatro juegos seguidos, dos de ellos en blanco, para ponerse por primera vez por delante.

“Cuando perdía por un set y un break me dije que tenía que relajarme y disfrutar del partido”, añadió la rumana.

La igualada a un set liberó su mejor tenis y Halep se apuntó siete juegos seguidos que inclinaron la final a su favor entre el segundo y el tercer parcial.

Con 5-0 a favor de Halep en la manga definitiva, Stephens maquilló el resultado con un juego, pero Halep estaba decidida esta vez a no quedarse a las puertas de la gloria.