A pesar de que la Selección Colombia femenina de fútbol llegó a la final de la Copa América, el país no tendrá Liga en el segundo semestre de 2022. Tal situación tiene pensando a las jugadoras en su bolsillo, pues, como deportistas, viven de su profesión.

La mayoría de las finalistas colombianas se va a quedar sin jugar fútbol en los próximos seis meses y tendrán que buscar opciones para ganarse el sustento.

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Ese es el caso de María Martínez, exjugadora de La Equidad, que ya tiene planeado qué hará para devengar. Estará ligada al fútbol, pero no dentro de la cancha.

Le contó a Caracol Radio que ella y sus compañeras siempre deben tener un plan B para garantizar su sueldo. El de ella es ir a Estados Unidos para entrenar niños de manera personalizada.

“Qué tristeza que este año no podamos tener la Liga, sabiendo que el fútbol colombiano está dando mucho. Lo podemos notar en la Copa América”, dijo en la emisora.

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En esa línea está Daniela Tamayo, exjugadora de Atlético Nacional, que dijo en la frecuencia radial que volverá a su labor en el mundo de la belleza.

“Trabajo en un centro de alisado cuando se acaba la Liga; [cuando] nos quedamos sin contrato, yo siempre estoy allá. Cuando vuelve y sale la Liga, los dejo a ellos, vuelvo y entreno, estoy en la Liga y cuando me quedo de nuevo sin contrato estoy alisando cabello”.

Una tercera jugadora, Lizeth Moreno, continuará sus estudios en su segunda carrera. Ella es comunicadora, y lamenta que las integrantes del plantel finalista de América, como jugadoras profesionales, no tengan garantías, pese a que entidades nacionales han pedido que se juegue el torneo.

Puso de relieve que como todas han dedicado su vida al fútbol, han quedado “a la deriva” y ahora tendrán que ver qué harán, porque en sus condiciones no es fácil hallar empleo mientras saben de una nueva Liga, si es que la hay.