La primera etapa del Tour de Francia se vio opacada por dos caídas masivas que afectaron a gran parte del pelotón y Nairo Quintana no fue la excepción. El ciclista colombiano tocó el pavimento en la primera de ellas, la que se produjo cuando faltaban poco más de 40 kilómetros para la meta.

Sin embargo, el líder del equipo Arkea aprendió la lección de ese primer choque en el grupo mayoritario, mejoró su ubicación en el mismo y no se vio involucrado en la segunda caída de la jornada, la peor de todas porque solo dejó a 21 corredores en la punta de la carrera y al resto les hizo perder tiempo. Ese fue el caso del colombiano Miguel Ángel López, quien cedió un minuto y 41 segundos con los favoritos al podio.

Nairo fue quien confirmó su caída y también detalló que se golpeó la cara. “No pude evitar la primera gran caída y me golpeé contra el suelo con el pómulo”, declaró el boyacense para los canales de comunicación de su equipo.

Quintana cruzó la meta en el puesto 17 y fue uno de los cuatro corredores nacionales que superó sin mayores inconvenientes esta primera jornada tan dramática. Es por eso que el colombiano se mostró satisfecho y concluyó: “Estoy feliz de haber pasado entre las bajadas al final de este día bastante nervioso, que fue como la primera etapa del año pasado en el Tour”.

El subcampeón del Tour en 2013 y 2015 advirtió durante los últimos días que este año no tiene el objetivo de pelear por los primeros puestos de la clasificación, sino que optará por buscar un par de victorias de etapas y quedarse con la camiseta que premia al mejor en la clasificación de la montaña.

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Sin embargo, este notable primer día, con muchos corredores perdiendo tiempo, lo deja bien parado de cara a lo que viene.