Tres meses separan el arranque de la Copa del Mundo y las polémicas alrededor de su organización no dejan de presentarse. Según informó The Athletic, Catar ha detenido a 60 trabajadores inmigrantes que protestaron debido a sus pésimas condiciones laborales.

El reporte indica que los operarios acumulan un total de siete meses sin recibir pago salarial y, además, estos deben someterse a jornadas laborales bajo temperaturas aproximadas de 41 grados. La ONG Migrant Rights no fue ajena a la situación y empezó a ejecutar sus acciones en defensa de los derechos humanos de los trabajadores.

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La organización denunció que, efectivamente, las empresas Al Bandary Engineering y Electro Watt Company, las cuales operan bajo el cubrimiento de Bandary International Group, no han hecho el pago correspondiente a las nóminas de sus trabajadores.

Además, los trabajadores le informaron a la ONG que algunos de los protestantes fueron deportados a sus países de origen con tan solo un porcentaje de su liquidación salarial, inclusive, estos también denuncian que un aproximado de 30 personas se encuentran detenidas en una habitación bajo temperaturas de más de 40 grados: “Si pueden protestar en el calor, pueden arreglárselas sin el aire acondicionado”, dicen en tono de burla las personas encargadas de vigilar la habitación.

A todo esto se le suma la también indignación de Equidem, otra ONG encargada de defender los derechos humanos, que en las protestas que se presentaron el pasado domingo por parte de 200 trabajadores al frente de las oficinas de Bandary International Group ubicadas en Catar, en el epicentro del acontecimiento, varios de ellos fueron arrestados a pesar de estar protestando de manera pacífica por el pago de sus salarios.

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“A Equidem le preocupa que las autoridades de Catar hayan violado el derecho de huelga y reunión pacífica de estos trabajadores. Seguimos preocupados porque, a pesar de las reformas laborales, Catar parece mucho más dispuesto a reprimir huelgas y deportar a los trabajadores que se quejan del maltrato, que a castigar a las empresas que no pagan a sus trabajadores”, afirmó Equidem a través de su cuenta de Twitter.

De esta manera, se sigue agravando la situación de explotación laboral y emigrantes que se ha presentado durante los últimos 10 años en la construcción de los estadios e infraestructuras que albergaran el Mundial de 2022.

A la fecha se han reportado un estimado de 6.500 muertes por accidentes, agotamiento, calor extremo, entre otros, siendo esta una realidad que ha generado un rechazo importante por parte de un gran número de aficionados que consideran que la FIFA no debió seguir actuando en pro de la realización del certamen en Catar.