Tras el bochorno en el que terminó la jornada vivida el domingo en el gramado del Murillo Toro de Ibagué, tras la agresión mutua entre el volante ofensivo de Millonarios, Daniel Cataño, y un seguidor del dueño de casa, identificado como Alejandro Montenegro, el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, se pronunció al respecto. El mandatario rechazó lo sucedido en este cotejo, de la Liga BetPlay 1 2023.

El cuestionado burgomaestre de la capital tolimense, quien ha encontrado en el Deportes Tolima el refugio para proteger su criticada gestión, habló duro a través de su cuenta de Twitter: y repudió no solo la errada decisión del fanático, sino que criticó la actitud del jugador antioqueño, quien en la previa provocó a los hinchas locales con llamativos gestos, que no cayeron bien en la parcial tolimense.

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“Frente a lo ocurrido en el estadio Manuel Murillo Toro, rechazamos profundamente la actitud del hincha de @cdtolima, él no representa a los tolimenses; asimismo, las provocaciones del jugador de @MillosFCoficial Daniel Cataño. El fútbol debe vivirse en paz, armonía y en familia”, manifestó el burgomaestre, que, como era de esperarse, recibió fuerte arremetida en redes.

Pero más allá de las declaraciones del alcalde con respecto a este suceso, quedó en evidencia el flojo dispositivo de seguridad de su administración, que no solo permitió que este bochornoso incidente se produjera, sino que además se reportaran fuertes enfrentamientos entre hinchas del cuadro capitalino en la tribuna Noroccidental. La política de puertas abiertas al visitante esta vez resultó siendo un fracaso.

Y es que en videos quedaron plasmados los violentos choques entre barras del mismo equipo bogotano, que se acostumbraron a que cada vez que tienen ingreso a este sector del estadio ibaguereño, se enfrentan entre sí; lo que obligó a la intervención del Escuadrón Antidisturbios de la Policía, ESMAD. Una vez más, el mal comportamiento fue la constante en la parcialidad visitante.

Por lo pronto se está a la espera de qué medidas tomará la administración municipal tras este lamentable hecho, en el que un hincha y un futbolista se enfrascaron en golpes, mientras un club, Millonarios, quiso presionar al juez Wílmar Roldán a la suspensión del cotejo, retirándose del terreno sin tener autorización alguna. Y sobre todo cuando el hecho ya estaba controlado por la Policía.