En el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, Manny Pacquiao hizo una gran demostración más allá de sus 40 años y quedó claro que es uno de los grandes boxeadores de todos los tiempos.

Dos jueces vieron ganar al filipino por 115-112 y 115-112, mientras que el tercero le dio la pelea al local por 114-113.

Pacquiao, el campeón más veterano en la historia de la división, dejó ahora su récord en 62-7-2 con 39 KOs, mientras que Thurman, considerado a sus 30 años uno de los pegadores más duros de los pesos wélter en la actualidad, quedó con 30-1 y 22 ‘nocáuts’.

“Realmente amo a los fanáticos, gracias por venir a disfrutar de esta pelea. Thurman no es un oponente fácil, es un excelente boxeador. Mi próximo combate posiblemente sea el año que viene”, señaló el púgil filipino tras la pela.

En tanto, Thurman señaló que “Pacquiao es un gran boxeador, uno de los mejores. Sé que tiene una gran experiencia, me encantaría que me diera la revancha. Fue una bendición y una lección a la vez. Gracias, Manny“.

Pacquiao y Thurman habían protagonizado este viernes un acalorado pesaje en la víspera de su enfrentamiento por el cetro de los pesos wélter por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Ambos pesaron 146,5 libras (unos 66,45 kg) en un encendido careo en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, donde pelearon este sábado por el cinturón de campeón.

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“Va a ser una buena pelea. Quiero demostrar algo en ella. Está todo listo para mañana”, anticipó Pacquiao, quien pesó media libra menos que en su última pelea, cuando ganó en enero pasado por decisión unánime al también estadounidense Adrien Broner.

Thurman, por su parte, fue recibido entre abucheos por el público, en su mayoría en favor de Pacquiao.

“Es mi momento. Esto solo ocurre una vez. Manny Pacquiao no me va a hacer nada, nena. Es una oportunidad única para destrozar a una leyenda”, había dicho el norteamericano con confianza.