Arbitraje polémico, sobrecupo en las tribunas, alcohol y abuso de la fuerza por parte de las autoridades provocaron una tragedia en el Estadio Alfonso López de Bucaramanga. Algunas versiones dicen que la cifra de muertos que se dieron oficialmente no es la correcta.

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Atlético Bucaramanga recibió al Junior el 11 de octubre de 1981 y con mínimo un empate quedaba muy cerca de la clasificación a las finales del campeonato. Roberto Pablo Janiot dirigía a los ‘Leopardos’ y contaba con algunos jugadores importantes como: Francisco Maturana, Wilman Conde, Fernando ‘Bombillo’ Castro, Diego Edison Umaña, Juan Carlos ‘Nene’ Díaz, Edgardo Luis Paruzzo, Sergio Saturno, entre otros.

En la capital santandereana solo se hablaba del partido durante la semana y desde el viernes se empezaron a vender boletas. Al parecer el domingo se puso a la venta el remanente de la boletería. Ese día entraron más de 20.000 personas, no se sabe con exactitud cuantas, muchos aseguran que se vendieron más boletas de lo estipulado y que al final abrieron las puertas para los aficionados que ni boleta tenían. Aparte de esto se permitió el ingreso de alcohol y sin haber iniciado el compromiso ya había gente borracha.

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Junior abrió el marcador y comenzó el nerviosismo en la tribuna. Los locales lograron el empate pero el equipo barranquillero anotó el segundo. Alrededor de los 25 minutos del segundo tiempo un jugador ‘Leopardo’ cayó en el área y el árbitro pitó. Roberto Frascuelli tomó el balón para cobrar penal, pero el árbitro Eduardo Peña había señalado saque de meta.

Esta no había sido la única jugada polémica del partido, aunque sí la “gota que rebozó la copa”. En la tribuna de oriental empezaron los desmanes y rompieron las mallas que los separaba del campo de juego. Al ver que los hinchas estaban incontrolables se suspendió el partido y cuando las personas llegaron a la cancha los árbitros y jugadores se fueron al camerino.

La policía se vio avasallada y debió intervenir el Ejercito Nacional. Julio César Turbay era el presidente de Colombia y desde 1978 declaró el Estado Sitio, además instauró el polémico Estatuto de Seguridad. Esos años fueron muy cuestionados porque las Fuerzas Militares tenían facultades de Policía Judicial y existieron muchas violaciones de derechos humanos.

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El Ejército abrió fuego contra parte de los aficionados, según algunas versiones la causa fue que un aficionado intentó quitarle el fusil a un soldado y se disparó accidentalmente. Supuestamente esto hizo pensar a los demás militares que tenían vía libre para abrir fuego. Al final se registraron 4 muertos y más de 30 heridos, pero otros aseguran que hubo desapariciones forzadas pues vieron como sacaban gente en bolsas.

Las investigaciones nunca esclarecieron si alguien dio la orden de disparar. Se culpó a los dirigentes por el sobrecupo e incluso el Ministerio de Comunicaciones hizo un llamado a los medios de comunicación porque consideraban que habían exaltado a las personas. Al final el caso quedó en el olvido y solo se indemnizó a los familiares de los 4 muertos.