Hoy día, superada esa amarga experiencia del ‘bullying’ por el que terminó hasta hospitalizado, José Alejandro está dedicado al deporte. Y actualmente es el campeón sudamericano y subcampeón latinoamericano de su categoría, de BMX.

‘La Gacela Burbano’ tiene 15 años de los cuales ha dedicado más de 7 a practicar este deporte. Él y su familia han encontrado en el BMX una esperanza de vida.

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“El año pasado vivimos la peor experiencia de nuestras vidas, José Alejandro fue atacado por uno de sus compañeros”, es un recuerdo amargo.

“Solo compramos un almuerzo y yo me como lo que él deja”. José Alejandro, es campeón Panamericano Sub 15 de BMX luego de superar el ‘bullying’ de su colegio en Cali.

El adolescente terminó desmayado cuando estaba en su jornada escolar, inicialmente le informaron a los padres que José se había caído de un muro. Pero cuando fue hospitalizado descubrieron que las lesiones no eran por una caída como se había dicho inicialmente, finalmente contó que otro alumno lo agredió.

El caso todavía es materia de investigación entre la Fiscalía y la policía de Infancia y Adolescencia en Cali.

Sin ningún resultado hasta ahora, mientras de la institución educativa se siguen denunciando casos de violencia entre estudiantes.

El campeón Panamericano de BMX volvió a las pistas

Luego de varios meses fuera de las pistas por esta agresión, La Gacela Burbano volvió recargado, tanto que este año se coronó campeón de su categoría en los juegos de BMX en Ecuador.

Su camino no ha sido fácil. Las dificultades económicas no han faltado.

Afirma que fue un proceso muy especial para él y su familia, pues tuvieron que vender rifas y hacer sancocho para lograr llegar hasta Ecuador.

Hoy creen, “todo valió la pena”, aunque fueron 36 horas de viaje de ida y otras 36 de regreso en bus, con maletas y la bicicleta, lo lograron.

El padre de La Gacela, Carlos Burbano, narra que fue un viaje de bajo presupuesto, “solo compramos un almuerzo y yo me como lo que él deja”.

“Nos hospedamos en una piecita, porque no teníamos plata para hotel y nos íbamos todos lo días caminando hasta la pista”, explica.

Pero lo más importante para padre e hijo, es poder competir y demostrar que es posible cumplir los sueños, siempre y cuando se tenga disciplina y pasión.