En la parte inicial, Millonarios parecía tener buenas ideas pero no conseguía materializarlas por errores, malas decisiones individuales y algo de nerviosismo, pero la puerta se le abrió del todo en el segundo tiempo.

A los 59 minutos, un desborde por derecha de Leonardo Castro terminó en un centro a media altura que dio en la mano izquierda claramente abierta de Tomás Cardona.

El árbitro tuvo que corroborar con el VAR y confirmó la falta penal que Castro anotó, dando tranquilidad a la parcial capitalina que se había ido al descanso con más preocupación que certeza.

Contrario a lo ocurrido en los primeros 45 minutos, donde los argentinos parecían capaces de asustar a los locales, desde el gol las cosas fueron más fluidas y se notó que jugaba con más tranquilidad.

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Fue así que solo pasaron otros 10 minutos para que llegara el segundo. Castro, que se había visto peleado con la pelota minutos antes, ahora se veía confiado y en una proyección por el centro fue buscando el espacio y acomodó a sus rivales a placer para cruzar un centro rastrero que se coló tranquilamente por el palo izquierdo de los auriverdes.

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Tan solo dos minutos después llegó el tercero, en una acción por izquierda de Castro, en la que el VAR posteriormente descartó un posible fuera de lugar, y sirvió a David Mackálister Silva que estaba solo en el punto penal y anotó pese a pasar alguna dificultad para controlar inicialmente.

Con este resultado, Millonarios es líder provisional del grupo F de la Copa Sudamericana con 3 puntos. En la próxima jornada, los azules visitarán a Peñarol de Uruguay, el 20 de abril.