Deportivo Cali clasificó por primera vez a la final de la Copa Libertadores Femenina tras eliminar en penales (5-4) a Colo-Colo de Chile. El equipo vallecaucano disputará el título continental frente al poderoso Corinthians de Brasil, que superó a Ferroviária en una definición también desde los doce pasos (6-5).
La final se jugará el sábado 18 de octubre de 2025, en el estadio Florencio Sola, en Banfield (Buenos Aires), desde las 6:00 p.m. (hora colombiana). Será un duelo inédito, en el que las “azucareras” buscarán repetir la hazaña lograda por Atlético Huila en 2018, el único título de Copa Libertadores Femenina que tiene Colombia hasta ahora.
Sin embargo, el reto no solo representa una oportunidad deportiva, sino también una recompensa económica importante. La Conmebol aumentó los premios del torneo femenino, y el campeón recibirá US$2 millones, mientras que el subcampeón obtendrá US$600.000. El tercer lugar se quedará con US$250.000.
Para dimensionar la cifra, los US$2 millones (más de $8.300 millones) equivalen al presupuesto anual de varias ligas femeninas locales en el país o al costo de mantener un equipo profesional femenino durante casi tres temporadas en Colombia.




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El aumento de premios de Conmebol para las campeonas 2025
El premio para el campeón de la Libertadores Femenina 2025 es el más alto en la historia del torneo, superando por más del doble la cifra entregada en 2023, cuando Palmeiras se llevó US$1 millón. La Conmebol ha duplicado sus aportes en busca de cerrar la brecha entre el fútbol masculino y el femenino: en comparación, el campeón masculino recibe US$23 millones, es decir, once veces más que en la rama femenina.
Aun así, el crecimiento económico del torneo femenino es notorio. Desde 2019, los premios totales se han multiplicado por seis, lo que demuestra una apuesta progresiva por profesionalizar las competiciones de mujeres en Sudamérica.

En el caso del Deportivo Cali, conquistar el título no solo significaría el primer trofeo internacional de su historia femenina, sino también un impulso financiero sin precedentes.
El monto del campeón permitiría cubrir la nómina completa del equipo durante más de dos años, financiar divisiones menores y mejorar infraestructura, en un contexto donde la mayoría de los clubes colombianos femeninos operan con presupuestos modestos que no superan los $1.000 millones anuales.
Una final inédita con sabor a revancha y millones en juego
El Corinthians, rival del Deportivo Cali, llega como favorito. El club brasileño es tricampeón de la Libertadores (2017, 2019, 2021) y tiene uno de los presupuestos más altos del continente: más de US$4 millones anuales para su equipo femenino, casi cinco veces lo que gasta el conjunto colombiano.
En contraste, las jugadoras del Cali han logrado consolidarse con un proceso más austero, basado en la formación local y el trabajo de cantera. Su clasificación a la final no solo representa una gesta deportiva, sino un mensaje de sostenibilidad en un entorno donde la inversión aún es desigual.
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La diferencia económica entre ambos clubes refleja también la brecha estructural del fútbol femenino sudamericano. Según datos de la FIFA, el 70 % de los clubes femeninos del continente no cuenta con contratos a tiempo completo para todas sus jugadoras, y solo tres ligas (Brasil, Argentina y Colombia) tienen torneos profesionales regulares.
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