Para nadie es un secreto que la pierna derecha de Fredy Guarín ha sido una de las mejores que ha pasado por la Selección Colombia en toda su historia, ya que tenía un remate muy potente que fue clave para conseguir resultados muy importantes en amistosos, Eliminatorias y mucho más.
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Sin embargo, esa pierna, al igual que la carrera del futbolista, se fueron apagando con el paso del tiempo y el desenlace fue el que ningún jugador quiere: lleno de polémicas y problemas a causa del alcohol.
El problema que tenía Guarín fue evidente cuando jugó en Millonarios, ya que en ese momento tuvo que rescindir su contrato justamente por un video que protagonizó en el que se veía bastante mal, pero eso era de muchísimo antes, tal como él mismo contó.
Qué le pasó a Fredy Guarín
En diálogo con ‘Los Informantes’ del Canal Caracol, Fredy Guarín no ocultó absolutamente nada de los problemas que lo llevaron hasta el punto más bajo de su propio infierno, en el que duró 10 días completamente alcoholizado y sin ni una pisca de ganas de vivir.
Todo comenzó cuando Guarín, quien tenía a su esposa y su hija, fue fichado por el Inter de Milán después de haber tenido un gran paso por el Porto de Portugal. Allí se hizo un espacio al lado de figuras de talla mundial como Zanetti, Milito y más, pero eso le jugó una mala pasada porque así mismo se comenzó a alejar de lo importante y a cambiar sus prioridades.
“El trago y el licor me pasaban porque me emborrachaba dos días antes de los partidos. Creía que lo manejaba porque al final esa misma culpa me hacía trabajar más duro y me iba bien en los partidos“, aseguró el exfutbolista.
Y agregó: “Pero tomaba en la casa, discoteca, restaurante (…) Al final estaba haciendo mal tanto con la responsabilidad laboral como familiar, porque prefería irme con modelos que llegar a casa con mi mujer y mi hija. Perdí el objetivo de un hogar, del futbol. Ya no había límite”.
De hecho, al las directivas percatarse de esa situación, casi que lo expulsaron del club y por eso terminó en China, en donde todo empeoró porque ganaba muchísima más plata, al punto de que incluso se compró un avión.
“No tenía moción de la plata porque todo lo enviaba a Europa y yo me quedaba con los premios. Me daba una vida de lujos llena de alcohol, pero ya no disfrutaba nada que no fuera eso“, contó Guarín.
Finalmente salió de ese exótico destino y aterrizó en Brasil a jugar con el Vasco da Gama en donde, como él contó, le devolvieron la felicidad de jugar al fútbol, pero llegó la pandemia y como no pudo volver a Colombia, llegó a su límite de la perdición.
“El mayor problema fue que estuve 10 días completamente borracho, donde me quedaba dormido y cuando despertaba, de una vez buscaba una cerveza para volver a lo mismo. Un día, sin percepción alguna de la realidad, salí a mi terraza en un piso 17 y mi idea era saltar. Afortunadamente había una malla que me devolvió y ahí perdí la consciencia”, confesó.
Por todo esto, rompió en llanto, la tembladera en sus manos no lo dejaron seguir hablando y tuvo que tomar agua para recomponerse en la entrevista.
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Afortunadamente, cayó en cuenta de lo mal que estaba y que necesitaba ayuda, por lo que ahora está trabajando en su adicción, en su condición física para ver si algún equipo le abre las puertas y, lo más importante, en él, porque sabe que aún puede recomponer el camino para rehacer su vida con muchas mejores condiciones.
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