El compromiso entre Deportes Tolima y Millonarios no se pudo llevar a cabo porque antes del pitazo inicial un hincha local entró al campo y le pegó por detrás a Daniel Cataño, volante azul de pasado ‘pijao’ que reaccionó derribando al fanático, motivo por el que vio la tarjeta roja.

(Vea también: Hincha del Tolima que agredió a Daniel Cataño pasó la noche en un calabozo)

En consecuencia, sus compañeros de equipo optaron por no disputar el encuentro argumentando en palabras del capitán David Mackálister Silva ante el antioqueño Wilmar Roldán, árbitro central del cotejo, que se debía “sentar un precedente” y cuidar así a “jugadores, jueces y técnicos” debido a que “la integridad de los colegas del fútbol está por encima de cualquier cosa”.

Sin embargo, el entrenador del cuadro ‘embajador’ no se mostró de acuerdo con la postura de sus dirigidos y así se lo hizo saber al juez de la contienda  válida por la cuarta fecha de la Liga Betplay.

Alberto Gamero quería que se jugara Tolima-Millonarios

El técnico de la escuadra bogotana intervino justo cuando su capitán le estaba diciendo al árbitro que él y sus compañeros no estaban dispuestos a afrontar el encuentro deportivo.

“Los muchachos quieren ser solidarios con Cataño, yo no me puedo meter ahí”, apuntó el entrenador azul para tomar distancia de su plantel.

Acto seguido vino la reflexión de Mackalister Silva, pero Gamero se mostró contrario y propuso que el partido se efectuara, pero con la participación de Cataño, dando a entender que su molestia era por la tarjeta roja que vio el mediocampista y no por el ataque del aficionado.

“Vamos a hacer una cosa, vamos a jugar, pero para ser solidarios con nuestro jugador, que Cataño juegue y que no entré más gente”, le manifestó el DT a Wilmar Roldán.

Sin embargo, el juez le explicó que no podía reversar la expuslión: “No, ‘profe’, porque entraríamos en contravía de las reglas de juego y eso yo no lo podría hacer, maestro. Él cometió una conducta violenta y yo por eso lo tengo que expulsar”.

Por último, los futbolistas de Millonarios ingresaron al vestuario, mientras que Gamero no los acompañó, pues se quedó con cara de lamento en uno de los pasillos del estadio.

En video, las palabras de Gamero (minuto 1:34):

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