Daihatsu, el fabricante de automóviles japonés que es propiedad de Toyota, anunció que detuvo la producción en el país asiático después de admitir que falsificó los resultados de las pruebas de seguridad de sus vehículos durante más de 30 años, según informó CNN.
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La marca, mundialmente conocida por sus camionetas, detuvo la producción en sus cuatro fábricas japonesas desde el martes 26 de diciembre, de acuerdo con el citado medio. El cierre será hasta finales de enero y afectará a cerca de 9.000 empleados.
La medida se toma mientras Daihatsu responde con el escándalo por las pruebas de seguridad. De hecho, Toyota ha admitido que este problema “ha sacudido los cimientos mismos de la empresa”, de acuerdo con el citado portal.
La manipulación por parte de la ensambladora se habría dado en hasta 64 modelos de vehículos, incluidos los vendidos bajo la marca Toyota. Por el momento se suspenderán todos los envíos de vehículos nacionales e internacionales, según el medio internacional.
Este no es el primer escándalo de Daihatsu, en abril de 2022 había admitido que violó las pruebas de choque en más de 88.000 vehículos en su mayoría vendidos bajo la marca Toyota en países como Tailandia y Malasia. El fabricante no habría cumplido con los requisitos reglamentarios para exámenes de colisión lateral, según se dijo en un comunicado de la propia empresa.
Por esta situación, las acciones de Toyota cayeron un 4 % en Tokio. En respuesta a este panorama, la marca prometió reorganizar su filial y prometió tomar serias decisiones.
“Reconocemos la extrema gravedad del hecho de que el descuido de Daihatsu en el proceso de certificación haya sacudido los cimientos mismos de la empresa como fabricante de automóviles“, señalaron en un comunicado.
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