Además de los carros fabricados en Estados Unidos, como una Ford Explorer último modelo y una Toyota Sequoia, tiene varias marcas en su garaje, que más eso, es una bodega para albergar el número de carros que él mismo maneja, pues es de los pocos dirigentes que no usan chofer.

Estos son algunos de los modelos de Nicolás Maduro, que en algunos casos llegan a costar 65.000 dólares (el equivalente a 240 millones de pesos):

Toyota 4Runner

Toyota
Toyota

El líder del régimen venezolano adquirió 10 de estas camionetas para sus funcionarios, por 34.000 dólares.

Toyota Sequoia

Toyota
Toyota

Esta camioneta de 3 filas de asientos y motor de 4 litros entrega casi 400 caballos de potencia. A Maduro se le ha visto conduciendo esta camioneta con bastante frecuencia. La versión que maneja Maduro cuesta 64.000 dólares.

Ford Explorer

Ford
Ford

El mandatario venezolano ostenta la versión más equipada de esta camioneta, que incorpora un motor de 2,3 litros que entrega 300 caballos de potencia y cuesta 60.000 dólares.

Otros autos de lujo de Maduro: en los garajes del líder chavista testigos dicen haber visto modelos Lexus (la marca de lujo de Toyota), Tacoma y Hilux.

Lexus
Lexus

Las camionetas que jamás le llegaron a Nicolás Maduro

En julio de 2020, las autoridades de Estados Unidos dejaron a Nicolás Maduro con las ganas de estrenar 81 vehículos que iban a ser embarcados a Venezuela y que habrían sido comprados de manera fraudulenta por testaferros del líder venezolano, por 3,2 millones de dólares.

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Los vehículos, entre ellos uno valorado en 95.000 dólares y dotado con sirenas, que al parecer estaba destinado a miembros del entorno de Maduro, fueron decomisados por tandas en el puerto Everglades, informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Camionetas
Lexus

“Estos vehículos iban para Venezuela para beneficiar a personas que se están enriqueciendo por medio de la corrupción en el país”, enfatizó un vocero en rueda de prensa en Fort Lauderdale, a 42 kilómetros al norte de Miami.

El DHS dijo que el ilícito es apenas la “punta del iceberg” de un entramado internacional en el que pueden estar involucrados el extesorero venezolano Alejandro Andrade y el empresario Raúl Gorrín, presidente del canal televisivo venezolano Globovisión.