En 2019, el ciudadano *Julio Hernández vio un correo enviado por la central de riesgo crediticio Datacrédito en la que le endilgaban una deuda por una presunta multa de tránsito cometida (por alguien más) en Neiva, en 2016.

Como Hernández ya había sido víctima de un fraude mediante la modalidad de ‘phishing’ (engaño para hacer que la víctima revele información personal confidencial), no le prestó atención a esa comunicación, pues él jamás había estado en la capital del Huila y lo consideró como uno más de los intentos de los delincuentes de hacer que un cibernauta revele datos confidenciales.

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Sin embargo, 2 años después de las sospechosas comunicaciones del cobro de la mencionada deuda –el primero de septiembre de 2021– notó que de su cuenta de ahorros de Bancolombia, que es la misma de nómina, había una deducción de poco más de 1.300.000 pesos.

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Al revisar los movimientos de la cuenta, aparecía el cobro bajo la modalidad de ‘embargo’, lo que le obligó a comenzar una investigación por iniciativa propia y a interponer las respectivas denuncias ante la Fiscalía General de la Nación, las centrales de riesgo crediticio, el mismo Bancolombia (que no dio explicaciones) y su empleador (que le dijo que por no ser un embargo “por alimentos”, no eran notificados), pues de ninguno de ellos obtuvo una alerta de la inminencia de un embargo, máxime cuando el ciudadano asegura que no tiene deudas y cuando las ha tenido jamás ha estado en mora.

Luego de mirar su estado en la plataforma del Registro Único Nacional de Tránsito, RUNT, –efectivamente– tenía una orden de comparendo en su contra por una infracción que él nunca cometió (ni pudo haber cometido), pues el 12 de diciembre de 2016, fecha de la presunta infracción, el hombre se encontraba trabajando en su oficina en Bogotá, completamente inocente de que se configuraba una falsedad de identidad que le iba a acarrear un problema económico (hay que recordar que le quitaron de su cuenta 1,3 millones de pesos) y de estar reportado en Datacrédito como moroso cuando, asegura su historial crediticio, siempre ha sido calificado como “cliente triple A” por los bancos con los que maneja productos.

Ante la imposibilidad de comunicarse con el único teléfono que suministra la Secretaría de Tránsito de Neiva (ni siquiera contestan), el ciudadano tuvo que enviar un derecho de petición por correo certificado a dicha entidad.

El caso está a la espera de ser investigado y, de comprobarse la inocencia del ciudadano, el dinero le deberá ser devuelto, pero no se sabe cuándo.

Inconsistencias en este caso de un falso comparendo

En este caso del comparendo falsamente impuesto a un ciudadano se presentan varias inconsistencias, a saber:

  1. No hubo notificación por correo o en casa del presunto infractor. Tampoco la hubo por correo electrónico, aunque no es válida por este medio, si se hubiera presentado.
  2. El usurpador que presuntamente compareció habría tenido que presentar cédula física y licencia de conducción. La otra posibilidad es que nunca compareció, pero queda la duda de cómo un agente de tránsito impone un comparendo sin verificar cédula y licencia de conducción físicas.
  3. La entidad de Tránsito no esgrimió pruebas físicas que corroboraran la identidad del conductor al que le atribuyen la infracción.
  4. El número de las placas del automóvil infractor no coinciden con ninguna que el afectado conozca.
  5. Ninguna entidad (Tránsito, Datacrédito) informó al afectado de la inminencia de un embargo.
  6. Las deudas por infracciones de tránsito no se pueden cobrar jurídicamente, por estos no ser “títulos ejecutivos”.

Consejos para que no le pase lo mismo

En conversación de Pulzo con autoridades de tránsito, el caso de Hernández se repite una y otra vez y por ello vale la pena tener ciertas precauciones para que no sea víctimas de una engorrosa, y costosa, situación como la del ciudadano del ejemplo.

Pulzo habló con la Fiscalía General de la Nación y allí también le informaron que este tipo de denuncia a veces se presenta por personas que han recibido comparendo y ni siquiera saben conducir, no tienen pase o nunca han tenido vehículo.

  • Si recibe comunicaciones extrañas (como la de Datacrédito, en este caso), atiéndala, pero no dando clic sobre el enlace que le envíen, sino yendo a la página real de la entidad o llamando directamente para aclarar el asunto.
  • Vigile su estado en el RUNT constantemente (www.runt.com.co), donde puede indagar con su número de cédula y con la placa del vehículo que usted conduce.
  • Denuncie cualquier tipo de falsedad personal ante la Fiscalía.

*El nombre del protagonista de la historia fue cambiado para proteger su identidad.