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Para algunos, la maldición de los años bisiestos es una realidad, sin embargo, es una teoría que no está comprobada. Estos existen por el ajuste del calendario solar con el calendario gregoriano, que rige en estos días.
Cada cuatro años, el mundo observa con cautela el calendario gregoriano, consciente de que un día adicional se agrega al final de febrero, creando un año bisiesto. Este fenómeno aparentemente inofensivo ha sido objeto de especulación y superstición a lo largo de la historia.
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Con el 2024 siendo un año bisiesto, es oportuno recordar algunas tragedias que han marcado la humanidad en años de este tipo. Aunque no existe evidencia científica que respalde la existencia de una maldición asociada a los años bisiestos, muchos supersticiosos encuentran coincidencias escalofriantes en ciertos eventos históricos.
Desde el pasado hasta el presente, la lista de calamidades ocurridas en años bisiestos es notable. En 1616, dos pilares de la literatura mundial, Miguel de Cervantes y William Shakespeare, fallecieron el mismo día, el 23 de abril, un hecho que parece sacado de una tragedia shakespeariana.
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Este mismo patrón de desgracia se repitió en 1812, cuando Napoleón Bonaparte sufrió una derrota devastadora en Rusia, perdiendo más de 600 mil hombres en una guerra que cambió el curso de la historia europea.
El fatídico año de 1912 presenció uno de los desastres más recordados de la era moderna: el hundimiento del Titanic. El transatlántico más grande y lujoso de su tiempo chocó contra un iceberg en su viaje inaugural, cobrando la vida de 1514 personas. Sin embargo, esta tragedia también sirvió como catalizador para mejoras significativas en las normas de seguridad marítima.
Más tragedias
El sombrío legado de los años bisiestos continuó en el siglo XX con eventos como la construcción de Auschwitz en 1940, el infame campo de exterminio nazi donde perdieron la vida más de un millón de judíos durante el Holocausto. En el mismo año, en México, ocurrió el asesinato de Trotsky, un episodio ligado a la tumultuosa historia de amor entre el líder revolucionario y la icónica pintora Frida Kahlo.
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La lista de tragedias no se detiene ahí. En 1948, Mahatma Gandhi, el líder del movimiento de independencia de la India y defensor de la no violencia, fue asesinado por un extremista hindú.
En 1968, Martin Luther King Jr., el icono de los derechos civiles en Estados Unidos, fue asesinado en Memphis, Tennessee, dejando un vacío en la lucha por la igualdad racial.
(Vea también: ‘Año bisiesto, año siniestro’: ¿es verdad que son de mala suerte? El 2020 no fue muy alentador)
En 1970, cuando John Lennon, el carismático líder de The Beatles, fue asesinado a tiros en Nueva York. En ese mismo año olímpico, once atletas israelíes fueron secuestrados y asesinados por terroristas palestinos en los Juegos Olímpicos de Múnich, un acto de violencia que estremeció al mundo.
América Latina no escapó a la sombra de la maldición de los años bisiestos. En 1976, Argentina cayó bajo la dictadura militar, un período oscuro en el que miles de personas fueron desaparecidas por el régimen.
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Este ciclo de tragedia se repitió en 2016, cuando el equipo de fútbol brasileño Chapecoense sufrió un accidente aéreo en Colombia, cobrando la vida de 71 personas y dejando apenas seis supervivientes.
El último año bisiesto antes del presente, el 2020, quedará grabado en la memoria colectiva como el año en que la pandemia de Covid-19 devastó al mundo, cobrando millones de vidas y alterando drásticamente la forma en que vivimos.
Aunque algunos eventos mencionados no ocurrieron en años bisiestos exactamente, su proximidad temporal ha alimentado la idea de una maldición asociada con estos años.
¿Realidad o superstición?
La realidad es que la causalidad y la superstición se entrelazan en un enigma que desafía la explicación racional. La maldición de los años bisiestos sigue siendo un tema de debate entre los supersticiosos y los escépticos, pero lo que es seguro es que la historia está llena de momentos trágicos que parecen coincidir de manera inquietante con estos años adicionales en el calendario.
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