Desde febrero se viene dando un fuerte debate sobre la identidad del gigante Tiranosaurio Rex (Tyrannosaurus), que fue bautizado en 1905 y ha sido el dinosaurio más estudiado hasta ahora. Ese mes, un grupo de científicos publicó un artículo en la revista Evolutionary Biology, en el que argumentaron que el que conocemos como T.Rex en realidad debería dividirse y clasificarse en tres especies, con sus dos primos Tyrannosaurus imperator (o emperador) y Tyrannosaurus regina (la reina).

Es decir, lo que el artículo proponía es que en vez de que hubiera un dinosaurio “rey”, se reconociera una familia “real” de depredadores de gran tamaño. Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron los huesos de las piernas y los dientes de 38 especímenes y encontraron que el tamaño del segundo diente en la mandíbula inferior y la robustez del fémur indicaban la presencia de más de una especie.

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“Es probable que este artículo sacuda a la comunidad paleolítica y al público que está tan acostumbrado al buen viejo T. rex”, señaló entonces Gregory Paul, paleontólogo y coautor del artículo, para el New York Times.

Sin embargo, ayer se publicó un nuevo artículo en la misma revista que refuta la publicación de febrero. Los autores son paleontólogos del Museo Americano de Historia Natural y el Carthage College.

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Thomas Carr, paleontólogo del Carthage College en Wisconsin y uno de los autores de la refutación, señaló también para el New York Times que la evidencia “no fue convincente y tuvieron que responder porque la investigación del Tiranosaurio Rex va mucho más allá de la ciencia y llega a la esfera pública”, además de que también afecta las curadurías en los museos.