Si tu bebé llora por más de 3 horas diarias, durante varios días, podría tener cólicos.

El cólico no es causado por algún problema médico serio, sino que va ligado a diferentes factores que le causan incomodidad.

Los problemas de cólicos generalmente inician cuando los bebés tienen cerca de 3 semanas de nacidos y se pueden acrecentar cuando tienen entre 4 y 6 semanas de edad. En la mayoría de los casos, los cólicos mejoran después de la 6ta semana de nacidos y se acaban cuando cumplen 3 meses.

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Síntomas de cólicos en nuestros bebés

Los síntomas de cólicos frecuentemente comienzan repentinamente y estos son los más comunes:

  • Los cólicos normalmente comienzan a la misma hora todos los días y puede hacer que los bebés sean más melindrosos a comienzos de la noche.
  • Las manos del bebé forman un puño.
  • Los bebés suelen encoger las piernas y estar tensionandos durante largos periodos.
  • El vientre puede parecer hinchado.
  • El llanto puede durar desde unos cuantos minutos hasta horas, en los que nada parece consolarlos
  • A menudo, los cólicos disminuyen (por lo tanto, el llanto también) cuando el bebé está cansado o cuando elimina gases o heces.

Posibles causas de los cólicos

Las causas de los cólicos pueden ser variados, entre los que se incluyen:

  • Dolor gases no expulsados.
  • Hambre.
  • Alimentación excesiva.
  • Intolerancia a ciertos alimentos o proteínas en la leche materna (o la leche de fórmula).
  • Emociones como miedo o frustración.

¿Cómo quitar los cólicos?

Aunque los motivos por los que tu bebé tenga cólicos pueden ser muy diferentes, hay diferentes acciones que puedes intentar para aliviarlo:

Masajes en el vientre

Masajea la panza de tu bebé en el sentido de las agujas del reloj para ayudarle a aliviar las molestias que provocan los cólicos, si se deben a problemas digestivos o a gases. Mantente alerta para identificar si lo que estás haciendo le incomoda o no, ya que hay bebés que no soportan este tipo de masajes o puede estar aumentando el dolor.

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Baños de agua tibia

Tomar un baño con agua tibia ayudará a reducir el malestar de los cólicos, al ayudarlo a relajarse. Si ves que tu bebé responde bien, dale un par de baños al día mientras terminan los cólicos. También puedes poner una bolsa de agua tibia en la pancita de tu bebé para aliviar la molestia.

Mover suavemente al bebé en los brazos

En medio de los llantos, lo mejor es colocar al bebé recostado en tu hombro y moverlo suavemente. Este movimiento lo ayudará a sentirse físicamente mejor y emocionalmente, lo hará tener la sensación de seguridad.

Mueve sus piernas

Acuesta a tu bebé sobre una superficie plana, prueba a estirar y flexionar ambas piernas del bebé al mismo tiempo. Puedes hacer el movimiento de la bicicleta o en sentido circular. Esto lo calmará mucho e incluso le divertirá. Este movimiento estimula el intestino y ayuda a expulsar los gases.

Palmadas suaves en la espalda

Luego de alimentarse, es importante que tu bebé expulse los gases, es decir, todo el aire que puede haber tragado con comida. Te recomendamos apoyar a tu bebé sobre tu hombro y le des palmadas en la espalda. En ocasiones pueden tardar en expulsar los gases, pero siempre terminan haciéndolo.

Los cólicos siempre desaparecen

Ver a tu bebé sufriendo también puede ser doloroso para ti, por no encontrar la manera de ayudarlo fácilmente, pero este problema no es eterno. Es muy probablemente que superen juntos el problema de los cólicos cuando llegue a los 3 o 4 meses de edad.

Intenta mantener la calma, ya que esto es lo que le transmitirás a tu bebé y sé paciente. Además, no temas en pedir ayuda a otros familiares o amigos que ya han tenido bebés con anterioridad, ya que pueden tener ciertos trucos con los que aliviar a tu pequeño.

¿En qué casos hay que llamar al médico?

Generalmente los cólicos no representan un problema muy serio de salud, pero sí podrías prestar atención a ciertas alertas para acudir a brindarle atención médica. Consulta al médico si su bebé:

  • Está llorando mucho y no lo puede calmar, ni siquiera intentando todos los trucos anteriores
  • Tiene más 3 meses y todavía tiene cólicos
  • El comportamiento de tu bebé o el patrón del llanto cambian repentinamente
  • Tiene fiebre, fuertes vómitos, diarrea, heces con sangre u otros problemas estomacales