Hace algunos días se creó una polémica por un estudio de la Universidad Nacional sobre los efectos del Roacután, medicamento diseñado para combatir el acné noduloso, una enfermedad cutánea que no es tan común pero que afecta a una gran parte de la población.
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El fármaco en su totalidad no es peligroso, pero la Isotretinoina, uno de sus componentes, sí lo es. Julián López, director del Centro de Información en Medicamentos de la Universidad Nacional de Colombia, aseguró en una entrevista para la W Radio que este produce alteraciones de tipo mental y daños hepáticos (hígado), por lo que sí puede ser algo que desarrolle un trastorno suicida.
Como afirmó el experto, el mismo laboratorio Roche en la descripción del medicamento advierte sobre los efectos secundarios, además de que en 2015 el Invima volvió a enviar una señal de alerta para los consumidores; hasta el momento no se ha hecho nada para regularlo.
Sus daños están respaldados por evidencias de tipo científico, aunque “no se ha encontrado alguna asociación causal y tampoco el mecanismo de acción que lo provoca (…) Sin embargo, se ha advertido sobre sus peligros”, agregó López al medio.
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