Las redes sociales son un campo en el que gestan nuevos modelos de interacción, los cuales para muchos adultos son poco conocidos, por lo tanto, niños, niñas y jóvenes las están usando sin ningún tipo de guía.

“Muchos de los problemas que se están presentado en la esfera física son un traslado de lo que ya ha pasado en la esfera virtual o digital, porque se pone un mensaje, se viraliza un contenido, y muchos niños, que apenas están construyendo sus criterios lo que hacen es imitar”, dijo Antonio José Vélez Melo, líder de calidad educativa de la secretaría de Educación de Armenia.

Hechos como el registrado por la Crónica durante las primeras semanas de abril, en el que 12 estudiantes de la institución educativa Antonio Nariño, de La Tebaida, tuvieron que ser atendidos en el hospital tras consumir viagra con gaseosa,  ya que se intoxicaron cumpliendo el reto que circulaba por la red social TikTok, marcan un punto de inflexión.

Al respecto, Henry Rengifo Hurtado, coordinador de la institución, señaló que es un hecho preocupante el uso de las redes sociales en la vida cotidiana de los niños.

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Consecuencias del uso inadecuado de las redes sociales  

Mario Alberto Hurtado López, coordinador de la institución educativa Inem José Celestino Mutis, destacó la necesidad de implementar una pedagogía para el uso responsable  de las redes sociales, la cual se debe aplicar desde los hogares.

“Permanentemente se habla con los estudiantes y padres de familia sobre el peligro que corren especialmente los niños y jóvenes cuando se hace mal uso de las redes sociales, esta es una oportunidad para invitar a los padres, acudientes y cuidadores para que estén al tanto del uso que los menores le están dando a estas herramientas digitales, en este sentido, la institución los insta para que se informen sobre el tema, acompañen a sus hijos en estas prácticas, establezcan límites de navegación, los instruyan sobre los riesgos que pueden encontrar y aprendan juntos a darles buen uso a la red de redes”, aseguró.

Uno de los resultados que pretenden los jóvenes al seguir e imitar comportamientos o contenidos que se encuentran en redes sociales, es el “sueño” de ser reconocidos como personas influyentes en el mundo virtual -‘influencers’-.

En tal sentido, el siquiatra Santiago Duque asegura que, si bien el deseo de ser ‘influencer’ no es malo, puede crear características que exponen a los niños, niñas y jóvenes a una enfermedad, esa enfermedad puede ser ansiedad, al no tener la respuesta que ellos esperan; la depresión, al no tener el éxito que quieren; ya que anhelan con muy poco esfuerzo obtener una altísima recompensa.

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Desde la escuela se deben fortalecer las competencias comunicativas, que ya no se limita a la comunicación verbal o presencial, sino, que se debe tener en cuenta el contenido que consumimos, y más importante, el contenido que producimos y/o replicamos.

“Anteriormente se tenía la idea del que consume contenido, con el fenómeno de los medios masivos de comunicación, ahora con el fenómeno de las TIC, ya hay una unión entre consumir y producir, gracias a que un celular, con una poca inversión, un niño, niña o joven puede producir sus contenidos. Ahí se debe hacer una labor pedagógica importante dándole un uso adecuado a las mediaciones digitales en las cuales nos encontramos en la actualidad”, concluyó Vélez Melo, líder de Calidad Educativa de la secretaría de Educación de Armenia.

Consejos para el uso responsable de las redes sociales

  • Los padres o tutores deben estar informados acerca de las redes sociales y del contenido a los que están expuestos los niños.
  • Ajustar la privacidad de las redes y no permitir que figure información personal del menor. Asimismo, es fundamental enseñarles que no deben dar información a ningún extraño.
  • Enseñar a los menores que no se debe aceptar desconocidos.
  • Activar restricciones de acceso, bloquear acceso a sitios dependiendo de la edad del usuario, de esta manera se evita que los menores accedan a ciertas redes o páginas.
  • Desactivar la geolocalización del teléfono para que nadie sepa en qué lugar se encuentra el menor.
  • Guardar conversaciones es de gran ayuda en caso de algún problema mayor.
  • Mantener una computadora de uso común es útil para monitorear el uso de redes sociales de los más chicos.
  • Enseñarles a los menores que, en caso de algo extraño o malestar en internet, es importante hablar con un adulto sobre lo sucedido.