Sin importar el peso o el estado físico de una persona, el informe halló que una persona que camina de forma rápida puede mejorar su expectativa de vida por bastantes más años que una persona que ‘la tome suave’ a la hora de caminar, destaca Unilad.
“Las mujeres que caminan de manera ágil mostraron una expectativa de vida entre 86,7 y 87,8 años, mientras que las mujeres que caminan lento mostraron cifras de tan solo 72,4 años”, dice el estudio citado por Unilad.
En cuanto a los hombres, las cifras indican que los caminantes vigorosos viven entre 85,2 y 86,8 años, contra tan solo 64,8 años de los que no se afanan.
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