En la vereda Samaria, en Chía, por la zona de río Bogotá, la alcaldía del municipio manifestó su preocupación debido a una manada de perros que estarían causando estragos.

Se trata de cuatro perros ferales que están rondando por la zona y no se tiene cómo controlarlos.

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Por ahora, la recomendación más importante que se le dio a los residentes de la vereda es mantenerse alejados de estos animales y cuidar de otros que puedan ser atacados.

Qué son los perros ferales y por qué son peligrosos

De acuerdo con el Instituto de Bienestar y Protección Animal de Bogotá, “los gatos y perros ferales son animales que no tienen vínculo ni dependencia hacia el ser humano, viven en ecosistemas naturales y se agrupan en manada para cuidar su territorio”.

Además, son animales que llegaron a ese estado después de ser domésticos pero debido al abandono, se acostumbraron a sobrevivir en un entorno de calle o incluso silvestre y vuelven a su etapa salvaje. La definición feral proviene de las palabras ‘feroz’ y ‘letal’.

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Algunas de las consecuencias o peligros de los perros o gatos ferales son:

  • Agresividad.
  • Transmisión de enfermedades a humanos y otros animales.
  • Daño al ecosistema, debido a que se convierten en depredadores.

Por lo anterior, la Secretaría de Salud de Chía hizo una serie de recomendaciones que pueden ser aplicadas no solo en el caso del municipio que ya tiene presencia de este tipo de animales, sino también en cualquier otro territorio que los identifique en el futuro.

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  • Actuar con prevención y precaución frente a esta clase de animales.
  • No dejar salir a su mascota sin supervisión [siempre con correa y acompañado].
  • No permitir que [el perro feral] dañe a otros animales [ratones, lagartijas, zarigüeyas, aves, etc.].
  • No abandonar su mascota jamás, es su responsabilidad desde el momento que decidió tenerla.
  • Propietarios de predios aledaños, verificar y adecuar el cerramiento de estos.
  • Garantizar el bienestar de sus animales, manteniéndolos en un área cerrada y segura donde no puedan ingresar otros animales [Ley 1774 de 2016].
  • Propietarios de hembras caninas en celo, no permitir que estas deambulen fuera de su propiedad.
  • Mantener vigente la vacunación antirrábica de caninos y felinos. Recuerde que su aplicación debe hacerse cada año.
  • No dejar comida o basura que pueda ser foco de alimento para estos perros ferales.