David Kaufman, urólogo estadounidense, le dijo a Women’s Health que los genitales normalmente tienen un aroma característico y que es prácticamente imposible que sea agradable para el olfato, no obstante, hay algunos que suelen ser muy concentrados.

Aunque muchos relacionen los fuertes olores con problemas de salud, esto “tiene más que ver con los malos hábitos de higiene que con alguna enfermedad”; sin embargo, recordó que los genitales deberían lavarse con jabón neutro.

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Con una buena rutina de higiene diaria se podrán evitar los olores tipo alambre de cobre; tampoco es necesario adquirir desodorantes o geles para mejorar el aroma, puesto que podría ser contraproducente. Lo que sí se puede usar es una crema hidratante neutra, recomendada por algún especialista.

Como recordó Kaufman, la alimentación también influye en el olor del pene; el ajo, por ejemplo, se debería evitar, pues altera hasta la orina y se hace aún más intenso cuando desempeña alguna actividad física: por la transpiración.

Las infecciones urinarias y algunas enfermedades de transmisión sexual también podrían desarrollar esta molestia, pero es poco probable porque el olor está presente en el semen, concluyó el especialista.