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La papa es de los alimentos básicos en la cocina colombiana. Existen más de mil formas de preparar las papas y con la variedad que hay en nuestro país, las opciones nunca se agotan. Si usted es de los que compra papa y las mete a la nevera apenas llega a la casa, le contamos por qué no debería hacer nunca esto.
Resulta que al meter las papas a la nevera el almidón que contienen se convierte en azúcar y esto ocurre a temperaturas frías, lo que afecta su sabor y textura. Al refrigerar las papas, esta conversión de almidón a azúcar se acelera y puede provocar que las papas adquieran un sabor dulce y una textura harinosa al cocinarlas.
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De hecho, la chef Mariana Orozco, quien suele compartir recetas y curiosidades sobre los alimentos, aseguró en un hilo de Twitter que “cuando estos azúcares libres se unen al aminoácido asparagina puede formar acrilamida, que es un importante cancerígeno. Aunque no hay que ‘apanicarse’, es mejor prevenir esto. Si por el clima tienen que refrigerar sus papas, antes de usarlas, córtenlas y remojen para disminuir”.
Ayer les dije que papas y cebollas NO van en el refrigerador y mucha gente me preguntó los motivos.
Al refrigerar las papas, el almidón se va convirtiendo en azúcares libres que hacen que las papas sepan más dulces, se oscurezcan más en las cocciones y lo más importante .. pic.twitter.com/MdG1WWCFts
— Mariana Orozco (@MarianaOE) July 11, 2023
Y sí, tal cual como ella lo menciona, existen algunas recomendaciones para mantener frescas las papas si vive sobre todo en un clima cálido o no sabe dónde guardarlas en su cocina:
- Almacenamiento adecuado: guarde las papas en un lugar fresco, oscuro y seco, con una temperatura ideal entre 10-15°C (50-59°F). Un armario de cocina o una despensa son opciones adecuadas. Evite la luz directa, ya que puede hacer que las papas se pongan verdes y amargas.
- Contenedor transpirable: utilice un recipiente de malla, cesta o una bolsa de papel perforada para almacenar las papas. Estos permiten la circulación de aire y evitan la acumulación de humedad, lo que ayuda a prevenir la aparición de brotes o el deterioro prematuro.
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- Separación de otros alimentos: evita almacenar las papas junto a otros productos como cebollas, ya que las cebollas liberan gases que pueden acelerar el proceso de maduración y deterioro de las papas. Mantenga las papas separadas de otros alimentos para prolongar su frescura.
- Inspección regular: revise sus papas con regularidad y retira aquellas que estén en mal estado. Elimine las papas que estén blandas, arrugadas, con manchas verdes o con signos de pudrición. Esto ayudará a prevenir la propagación de cualquier daño a las papas sanas.
- Evitar lavar antes de almacenar: no lave las papas antes de guardarlas, ya que la humedad puede acelerar el proceso de deterioro. Lávelas justo antes de usarlas.
*Este artículo fue creado con ayuda de Robby Bienestar, una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.
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