El amor hacia los animales no está mal ni mucho menos, al contrario, estudios han demostrado que ayudan a los seres humanos a combatir enfermedades como la ansiedad, depresión, entre otras; sin embargo, últimamente se habla de un trastorno a nivel psicológico que se ve reflejado en algunas personas que aman demasiado a los animales.

El término Petofilia fue empleado inicialmente por un periodista y escritor llamado Jon Katz, es usado para describir a aquellas personas que tienen cierta obsesión hacia las mascotas en general. Se origina de la unión del término inglés ‘pet’ que significa mascota y el de origen griego philos, el concepto es amistad o amor, deduciendo una preocupación excesiva por un animal de compañía.

(Lea acá: Conexiones emocionales y llanto en los perros por cercanía con sus amos es una realidad)

Si quieres saber cómo se manifiesta este trastorno, aquí van varios puntos que puedes deducir si lo estas presentando:

  1. El trato de la mascota como una persona, como brindando sentimientos, poniéndoles ropa, lujos.
  2. Un apego excesivo.
  3. Inversiones exageradas de dinero, llegando al punto de pasar por encima de las necesidades personales.
  4. Aislamiento de lugares que los hacen felices a ellos, esto generando a que lleguen a ser asociales, miedos y depresión.
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En la actualidad, la humanidad tiende a poner por encima de la misma especie el amor hacia las mascotas, hay una desemejanza de comportamiento sano e insano hacia ellos y para muchos es normal brindarles más allá del cariño y el amor, como gastar dinero desmedidamente en ropa, juguetes, etc. Esto hace que el animal genere un hiperapego y dependencia total siendo perjudicial para ellos.