Ante este descubrimiento, Tedros Adhanom, director general de la OMS, envió una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, en donde recomendó que el cannabis sea catalogado como una droga menos severa.

En el documento, Adhanom pidió a los gobiernos eliminar esta sustancia de la Lista IV de la Convención Única sobre Estupefacientes.

En esta lista están los estupefacientes que se consideran peligrosos y que no tienen ningún uso terapéutico. En 1961, la marihuana fue incluida.

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Al estar el cannabis en esa lista, se restringe el trabajo de los científicos que buscan investigar a profundidad los efectos terapéuticos de la planta, argumentó Adhanom en la carta.

El director también recomendó que los productos elaborados con cannabidiol, que no contengan más de un 0,2% de THC, deben eliminarse de las convenciones internacionales de control de drogas.

La petición hecha por la OMS se someterá a votación en marzo durante el período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND), que será en Viena (Austria).