El papel aluminio es uno de los productos más utilizados en la cocina, sirve para envolver alimentos o para garantizar la cocción de estos en sartenes o en horno e incluso hay quienes lo utilizan para limpiar joyas o afinar tijeras.
No obstante, es sabido que a estos animales les gustan los lugares elevados, sin embargo, estas situaciones preocuparán al dueño debido a que el minino hará desastres y esto puede ser perjudicial para su salud si se corta o come algo que no deba.
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¿Qué pasa con los gatos y el papel aluminio?
El papel aluminio es un elemento clave para alejar a los mininos de algunas superficies que no son aptas para que el animal camine en casa, como el mueble de la cocina, el comedor o el estudio.
El felino es uno de los animales más asustadizos así que detestan las sorpresas de último momento. Por eso, no soportará que su tacto toque estas superficies irregulares o resbaladizas.
Por lo general, a los gatos no les gusta tocar superficies que generan un sonido crujiente, así que evitarán a toda costa caminar en lugares donde sientan la sensación de crujido en sus patas, como lo viven, al tocar el papel aluminio.
¿Cómo poner el papel aluminio en casa para alejar a los gatos?
El truco es muy sencillo y clave para que el animal deje de subirse a las superficies altas de la casa, solo debe cubrir los bordes de las encimeras o también puede usar una lámina larga de papel aluminio para cubrir toda la superficie y de esa manera evitar que camine por esos lugares.
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¿Qué tipo de superficies detestan pisar los gatos?
Si tiene un felino en casa, recuerde que estas son las superficies que más detesta tocar el animal.
- Cintas adhesivas de doble cara: los felinos a menudo no disfrutan caminar en esta superficie porque sus patas quedan pegajosas.
- Superficies resbaladizas: los gatos tienden a preferir suelos donde pueden aferrarse y tener tracción en sus patas.
- Superficies mojadas o húmedas: la mayoría de estos animales no disfrutan caminar en este piso, ya que pueden sentirse incómodos con la sensación de humedad en sus patas.
- Superficies frías: aunque no necesariamente las detestan, algunos felinos pueden evitar superficies frías como pisos de baldosas en invierno.
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