Para qué sirve y por qué está ahí el bolsillo pequeño de los 'jeans'

A finales del siglo XIX, los pantalones vaqueros tenían cuatro bolsillos: uno en la parte trasera, dos en la parte delantera y el más pequeño. Sí, ese bolsillo, que puede resultar inútil para muchos de nosotros, es histórico y ha estado ahí desde los primeros modelos de los ‘jeans’.

Según cuenta la misma marca insignia de la prenda, Levi Satrauss, “en la década de 1800, los hombres solían llevar sus relojes de bolsillo colgados de una cadena del chaleco”, razón por la cual se creó un espacio especial como protección para los artefactos pequeños y delicados. De ahí que reciba el nombre de “watch pocket” o “bolsillo de reloj”.

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Sin embargo, hay quienes le han encontrado usos más prácticos y precisos para la época actual. Levi Strauss ha reconocido que esta parte de los jeans recibe diferentes nombres como “bolsillo fronterizo”, “bolsillo de condón”, “bolsillo de moneda”, “bolsillo de fósforos”, “bolsillo de billete”, entre otros.

Esta parte no sólo es extremadamente útil para sostener pequeñas chucherías, sino que también es amado por la naturaleza descolorida y desgastada que adquiere con el tiempo.

Otros detalles pequeños de los ‘jeans’ con historias curiosas

Según cuenta Levi Strauss, cada detalle mínimo de los pantalones vaqueros tienen una razón de ser. Otras de las parte que pueden parecer insignificantes son los remaches y el distintivo color naranja del hilo.

Los remaches se crearon en 1873 con la patente de “mejora en la fijación de las aberturas de los bolsillos”. Su objetivo era reforzar las partes más débiles del jean, como los bolsillos traseros y la entrepierna.

Por otro lado, cuenta la leyenda que el color del hilo pretendía coincidir con los remaches de cobre de los ‘jeans’, pero no hay certeza al respecto ya que muchos de los registros de Levi Strauss & Co se perdieron en el terremoto y el incendio de 1906.

*Este artículo fue creado con ayuda de Robby Bienestar una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.