Por esa razón, contrató a la compañía Cosnavi y le dio el concepto de lo que quería. Este incluía explosiones y mucho fuego de fondo, informó Mashable citando al Daily Portal, un sitio de noticias japonés.

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La pareja se dirigió hasta una antigua zona minera ubicada en la ciudad de Iwafune y con trajes muy baratos posó para la foto, indicó el medio. Asimismo, señaló que si bien los novios se casaron en 2015, quisieron volver a fotografiarse.

A continuación, el ‘detrás de cámaras’ de esta inusual sesión, en la que no hubo ningún incidente:

Vale la pena mencionar que no es la primera vez que se presentan este tipo de fotos tan inusuales en una boda. Hace poco, por ejemplo, se conoció el caso de una mujer que le prendió fuego a su vestido y en plena sesión, casi se incendia.