La Feria de Cali, en su edición número 68, abrió sus puertas reafirmando su título como la fiesta más significativa de la capital vallecaucana. El lema ‘Del barrio pa’l mundo’ sintetiza la profunda transformación artística y social que ha vivido la ciudad, recordando su posición destacada en la escena internacional como la ‘capital mundial de la salsa’, según destacó la Crónica del Quindío. Durante la inauguración, el alcalde Alejandro Eder enfatizó la importancia de la reconciliación y la hospitalidad, señalando que estos seis días de celebración son una invitación abierta tanto para locales como visitantes, reflejando el espíritu festivo que caracteriza a Cali.
La apertura del tradicional desfile se denominó ‘Cali a vapor’, evocando los orígenes de la salsa y su relación directa con el desarrollo económico del municipio. Este bloque inicial ilustró cómo la música y los antiguos sistemas de transporte fueron parte esencial del crecimiento y modernización caleña. El evento continuó con ‘El tren de cercanías’, destacando a la niñez como símbolo de esperanza y la apuesta por el futuro en la capital del Valle del Cauca. Esta representación evidenció la voluntad de transformar y proyectar la ciudad hacia nuevas generaciones.
En la siguiente sección del desfile, se rindió tributo a la faceta deportiva de Cali, rememorando los grandes eventos de carácter internacional que han ubicado a la urbe en el panorama global. Esta mirada al deporte subraya la pluralidad de manifestaciones culturales y sociales que confluyen en la identidad caleña. La voz de Lucero Mendoza, entrevistada por la agencia EFE, resalta la evolución de la salsa y el poder unificador de la feria, donde las diferencias se diluyen para confluir en una única celebración popular.
El reconocimiento a la mujer y a la identidad marcó el cuarto bloque de la jornada inaugural, ensalzando el liderazgo y la influencia femenina en la cultura de Cali. El cierre del desfile, denominado la fiesta del pueblo, rememoró las celebraciones barriales que convergen cada diciembre para dar vida a la más grande expresión colectiva del sentir de la ciudad.
Sofía Aponte, visitante procedente de Panamá, compartió su asombro ante la atmósfera vibrante de la feria, haciendo énfasis en cómo la salsa parece ser parte intrínseca de la vida caleña. La coordinación musical estuvo a cargo del célebre Ángel Lebrón, fundador de la orquesta Los Hermanos Lebrón, quien interpretó temas que se han convertido en himnos identitarios para Cali. Según datos del evento reportados por la Crónica del Quindío, la programación se extiende hasta el próximo martes y tiene lugar en diferentes puntos del área urbana y rural, con un 90 % de actividades de acceso gratuito.
Al cierre de la jornada, el alcalde Eder expresó un mensaje de bienvenida a todos los asistentes, reiterando el espíritu acogedor y la pasión colectiva que distingue a Cali durante su feria anual, invitando a que “todo el mundo le cante a Cali” en este espacio de encuentro y alegría.
¿Por qué Cali es considerada la ‘capital mundial de la salsa’?
La relevancia de este interrogante radica en el lugar protagónico que ocupa la salsa tanto en la identidad cultural de la ciudad como en el desarrollo de su economía creativa. A partir de los testimonios recogidos por EFE y la Crónica del Quindío durante la feria, queda claro que la salsa trasciende la categoría de género musical: representa un patrimonio inmaterial y un motor para el turismo en Cali, inspirando a bailarines, agrupaciones y público de todas las edades. Este reconocimiento ha sido posible por décadas de tradición, festivales, y el impacto de orquestas y academias que han convertido la salsa en un símbolo caleño, atrayendo año a año a miles de visitantes y manteniendo viva la herencia musical y cultural de la ciudad.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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