Su nombre es fístula preauricular, un trastorno congénito hereditario que se forma durante el desarrollo embrionario. Puede aparecer en una o ambas orejas y es inofensivo para la salud, informó Europa Press.

Dentro del orificio hay un conducto muy fino que no puede verse a simple vista. En ocasiones puede infectarse, sin embargo, por lo general se cura solo o se trata con antibióticos.

La primera persona que habló de las fístulas preauriculares fue el científico Van Heusinger, en 1864. No se sabe a ciencia cierta la razón por la que algunas personas nacen con ellas y otras no; sin embargo, el biólogo estadounidense Neil Shubin dice que podría tratarse de un rastro evolutivo de las branquias de los peces.