En una investigación realizada por el Hospital Mount Sinai, Nueva York, en cabeza de Joshua Zeichner y Shereene Idris, se encontró que varias enfermedades en la piel son producidas por la mala manipulación de los dispositivos móviles, pues en ellos no solo se alojan las bacterias presentes en el ambiente, sino las que ya tiene la persona.

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Uno de los problemas más comunes en la piel es el acné, que según la investigación publicada por el Huffington Post aumenta con el uso de los teléfonos, pues como Zeichner afirmó hay estudios que demuestran que estos aparatos alojan más microorganismos que un baño público.

“Con cada llamada telefónica, volvemos a introducir estos gérmenes en nuestra piel, obstruyendo nuestros poros y provocando eventuales brotes”, agregó Idris.

Y los problemas no paran allí; se comprobó que el níquel y el cromo, presentes en los estuches de estos aparatos, estimulan el desarrollo de algunos tipos de dermatitis.

Las malas posturas durante la manipulación de los ‘smarthphones’ también son un problema, como afirmaron los especialistas:

“La delicada piel en nuestros cuellos es muy susceptible a la inclinación repetitiva que acompaña a mirar hacia abajo (…)Después de la aparición de pliegues, viene la pérdida de elasticidad inherente (o rebote) de la piel, que le da paso al exceso de piel en la zona”.

Por otro lado, se volvió a encontrar que la luz emitida por los aparatos también es dañina:

“Hay algunos datos que sugieren que la luz visible, incluida lo que proviene del teléfono celular, puede tener un impacto negativo en el envejecimiento de la piel (…) Al crear inflamación, la luz visible puede provocar daños en el colágeno y arrugas previas “, concluyó Zeichner

Y para evitar cada uno de estos problemas, los investigadores encontraron formas de prevenirlas, estas son algunas:

  • Usar manos libres.
  • Limpiar el teléfono dos veces al día con una toalla desinfectante.
  • Limpiar el rostro todas las noches.
  • Usar protector solar diariamente.
  • Mejorar la postura, ver siempre hacia adelante.
  • Usar productos que estimulen la renovación celular.
  • Consumir vitamina C, E y niacina.