Según informó el Daily Mail, el sujeto quiso entretenerse mientras hacía sus necesidades fisiológicas cuando se dio cuenta que tenía un bulto del tamaño de una pelota colgando de su ano, a lo que médicamente se le llama prolapso rectal.

El problema que presenta el organismo es una pérdida de fijación dentro del cuerpo, es decir, que el recto se cae y se sale a través de la abertura rectal, pues los músculos pélvicos no son lo suficientemente fuertes para sostener el recto durante tanto tiempo.

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Como informó el doctor Su Dan, del Sexto Hospital Afiliado de la Universidad de Sun Yant,  esto también ocurre porque el recto no tiene una superficie sólida en qué apoyarse en esta posición, así que se termina desprendiendo (pierde apego al cuerpo).

Aunque el problema no solo se podría dar en las personas que pasan mucho tiempo sentadas en el inodoro, sino en aquellas que están en posición cuclillas. Finalmente, el hombre fue sometido a una cirugía para que le extirparan el recto.