El gobierno alemán comenzará el primero de septiembre a administrar una dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 a las personas mayores y vulnerables, así como a quienes no hayan recibido la inyección con la tecnología del ARN mensajero, anunció el Ministerio de Salud de ese país. 

“Las vacunaciones de refuerzo se harán con una de las dos vacunas de ARN mensajero (Pfizer o Moderna)”, informó el ministerio, según el cual esta decisión es “en interés de la atención sanitaria preventiva” y tiene en cuenta las preocupaciones relativas a una “respuesta inmune reducida o en rápida disminución” en personas vulnerables.

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Por su parte, Francia informó que las terceras dosis serán administradas a personas inmunodeprimidas. Es decir, aquellos con una enfermedad autoinmune, los que han recibido transplantes, toman medicamentos inmunosupresores, son enfermos de cáncer o tienen afectaciones renales, entre otras condiciones. 

Otro país que dará terceras dosis a sus habitantes es Rusia. Allí, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, indicó que desde agosto se empezará a dar la tercera dosis de la vacuna a las personas que hayan recibido sus primeras dos dosis hace 6 meses o más. 

Israel (que vacunará a los mayores de 60 años), Uruguay, República Dominicana, Emiratos Árabes y Bahréin son otros de los países que ya manifestaron su deseo de administrar una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 a sus habitantes. 

Más de 4.000 millones de dosis de vacunas contra COVID-19 ya fueron administradas en el mundo, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales, pero su distribución es altamente desigual. 

A la fecha, más de 4,1 millones de personas en el mundo han muerto por COVID-19, según AFP. La región más enlutada es América Latina, con 1,36 millones de fallecidos. 

Mientras algunos países optan por reforzar la vacunación con más dosis, también se imponen nuevas restricciones para los no vacunados. Europa Occidental, varias ciudades de Estados Unidos y prontamente algunos países de Latinoamérica, incluido Colombia, podrían decretar pasaportes sanitarios que dejarían a los no vacunados afuera de lugares públicos y actividades sociales.