Cada etapa de la infancia de nuestros hijos viene con retos distintos, muchos de ellos relacionados con su curiosidad y sus ganas de conocer el mundo. Mientras unas experiencias pueden ser entretenidas, como el probar una comida nueva, hay otras intimidantes, como la temida pregunta: ¿de dónde vienen los bebés?

Algunos niños preguntan por curiosidad y tratar de entender cómo llegaron a la barriga de mamá, mientras que otros lo preguntan cuando se enteran de que viene un hermanito en camino.

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Así que si llegó ese momento o quieres estar preparado para cuando tus hijos hagan la pregunta, estos consejos para explicar a los niños de dónde vienen los bebés te serán de utilidad.

Ten en cuenta la edad del niño

Lo primero que debes tener presente al intentar responderle esta pregunta a los niños es qué edad y madurez tienen.

Por ejemplo, los niños que aún están pequeños pasan por una etapa en la que hacen decenas de preguntas al día y con la velocidad a la que va su mente, responderles que los bebés vienen de la barriga de mamá suele ser una respuesta para dejarlos tranquilos y conformes, sin necesidad de mayores detalles.

Para el caso de niños mayores la curiosidad es más grande por lo que se requerirá una respuesta con más detalles, ya que ellos querrán saber cómo un bebé llegó a la barriga de mamá.

Cómo explicarles a los niños de dónde vienen los bebés

Aunque muchos padres recurran a las flores y las abejas o a la cigüeña, no es lo más recomendable hacerlo porque el uso de metáforas y no hablar claramente sobre ciertos temas puede transmitir la idea de que hay algo negativo en esto y crear todo un tabú a su alrededor.

Lo mejor que podemos hacer es responder de forma natural y sin muchas vueltas o historias complicadas.

Teniendo siempre en cuenta la madurez de nuestros hijos busca la manera de hablarlo de manera sencilla para que pueda entenderlo, evitando caer en el error de darle demasiada información que no alcance a procesar.

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Muchas veces los niños quedan conformes con respuestas cortas y sencillas, por lo que no es necesario explicarles todo el proceso de concepción con lujo de detalles.

Por ejemplo, la explicación más sencilla puede ser decirles a los niños que los bebés nacen de la unión de dos células o si son muy pequeños y la palabra “célula” es difícil de comprender, puedes sustituirla temporalmente por las “semillitas” para que le resulte más fácil entender.

Cuando vayan creciendo podrás ir agregando más detalles a esta primera explicación, para que vayan conociendo información como lo que son los óvulos y espermatozoides y aclarando que los bebés son el resultado de una acción consensuada entre dos adultos, con la madurez suficiente para ello.

De esta manera, darás las bases para una sana educación sexual, con énfasis en que aprendan también sobre las relaciones consensuadas.