Hay muchas causas que pueden llevar a que una mamá dé a luz antes de que se cumplan los 9 meses de gestación, puede ser por alguna enfermedad, mala nutrición o algún impacto fuerte como un accidente de tránsito.

Por esto, cualquier bebé que haya nacido antes de completar 37 semanas de gestación (o sea, adelantándose más de 3 semanas de la fecha prevista) se considera un bebé prematuro. Para apoyar su desarrollo, en la gran mayoría de los casos, debe pasar unas semanas en el hospital.

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Cuando el bebé logra respirar sin ayuda de oxígeno y alcanza un peso adecuado (generalmente esperan a que pese más de 2.000 gramos) le darán salida para poder irse con sus padres a casa. Y es aquí donde inician las preguntas: ¿es más propenso a que se enferme?, ¿debo tener cuidados especiales?, ¿cómo evitar que tengamos que regresar al médico?

Aquí te contamos cuáles son los principales cuidados que debes tener en casa tras la salida del hospital, de acuerdo con el Hospital Universitario Clínic de Barcelona.

Cuidados del bebé prematuro en casa

– Alta hospitalaria:

Sin importar el motivo del nacimiento prematuro hay un alto riesgo de problemas de salud, por eso, los bebés permanecen hospitalizados hasta que son capaces de regular su temperatura corporal, se alimentan solos por succión y no tienen apnea. Generalmente, el alta se da cuando se cumplen entre las semanas 34 y 40 desde el inicio de la gestación, y que tenga un peso de 2.000 gramos. Al llegar a casa, los niños necesitarán que sus papás sigan atentos y llevar un estrecho seguimiento médico durante sus primeros 1 o 2 años.

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– Higiene:

Es fundamental lavarse las manos continuamente con agua y jabón antes de cargar al bebé, alimentarlo o manipular de alguna manera, además de cuidar la higiene de su ropa y habitación. Además, se debe evitar el contacto con personas que puedan transmitir infecciones.

– Ambiente:

Los bebés prematuros, a diferencia de los niños que nacen en la semana 40, tiene menos grasa corporal, por lo que probablemente necesitarán estar abrigados para regular correctamente su temperatura. Además, la temperatura de la habitación debe estar entre 21 o C y 24 o C. Su temperatura corporal debe estar entre 36,5 o C y 37 o C. Si está por debajo de esta temperatura, consumirá calorías para aumentar su temperatura y ganará menos peso; y si su temperatura es elevada, aumentará el riesgo de muerte súbita.

– Alimentación:

La mejor manera de alimentar a los bebés prematuros es con lactancia materna que fortalecerá su sistema inmunitario. Los prematuros necesitan alimentarse con más frecuencia. Si tu bebé aún no es capaz de tomar pecho directamente, puedes darle la leche materna por una sonda de alimentación, jeringuilla o biberón.

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– Vacunas:

Debes estar atenta a cumplir con todo el cronograma de vacunas al pie de la letra. Se recomienda que toda la familia se aplique la vacuna antigripal.

– Visitas:

Es recomendable que limites las visitas, sobre todo en las primeras semanas, evitando completamente el contacto con personas con enfermedades infecciosas o resfriados.

– Salidas y paseos:

A pesar de la fragilidad, es bueno que saques a pasear a tu bebé esporádicamente para que tome un poco de sol. La recomendación principal es evitar ir a lugares con aglomeraciones para prevenir contagio de infecciones.

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– Seguimiento médico:

Los bebés prematuros necesitan un seguimiento médico especial, sobre todo los que nacieron pesando menos de 1.500 gramos, para controlar su neurodesarrollo de forma periódica y, si surgen signos de alerta durante el seguimiento, podrán empezar un tratamiento multidisciplinar con fisioterapeuta, psicólogo, etc. Asimismo, de acuerdo con su evolución clínica, puede requerir atención por neumología, cardiología, nutrición o neuropediatría, entre otros.