Un motivo de consulta muy frecuente y complejo dentro del tratamiento de problemas de convivencia entre las personas y los perros familiares tiene que ver con la conducta de los caninos cuando se quedan solos en casa.

El comportamiento de estos animales deriva en episodios de ansiedad manifestados de diferentes maneras: vocalización excesiva (ladridos, gemidos o aullidos), destrozos en el hogar, apertura de huecos en el jardín, micción o defecación por todas partes, coprofagia, etc.

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Son muchas y diferentes las causas a las que se le pueden atribuir estos comportamientos, nombraremos las más relevantes:

Causas que motivan conductas ansiosas en perros

  • No enseñar al perro a quedarse sólo desde cachorro en casa. Sí, es necesario que tempranamente el perro descubra que no todo el tiempo va a estar acompañado de las personas que forman parte de su núcleo familiar. 
  • Desarrollar actividades con el perro de manera permanente y sin control dentro de casa.
  • El consentimiento excesivo genera hiperapego y el juego intenso y prolongado potencializa la carga instintiva del perro. Se debe enseñar al perro a que la casa es un lugar donde se debe estar tranquilo y que existen momentos de no interactuar y literalmente: “hacer nada”.
  • Premiar al animal de manera inadecuada. Por ejemplo, responder ante sus ladridos, liberarlo del encierro, suministrarle afecto o comestibles; no hace otra cosa que potencializar la conducta que queremos eliminar. Aunque, obviamente hay que consentirlo, se debe saber en qué casos evitarlo.
  • Castigar al perro por conductas que ha cometido, valiéndose de estrategias como regaños o golpes, mientras se le muestra el daño causado para que no lo vuelva a hacer.
  • La antropomorfización, humanización del perro, sobreprotección, falta de claridad en la comunicación y normas de convivencia, desconocimiento de la naturaleza social, emocional y operacional del comportamiento del perro; la falta de exposición ambiental, la falta o el exceso de salida son otras causas de comportamientos molestos y nocivos cuando el perro se encuentra sólo en casa.

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Comportamientos más frecuentes en perros al dejarlos solos en casa

  • El perro puede cometer daños, coprofagia, orinar por doquier (hasta en la cama de sus propietarios donde se le prohíbe subir). Esto, porque asume que esas conductas, prohibidas cuando está acompañado, puede hacerlas cuando se encuentre solo. Este efecto se genera cuando el perro descubre que se queda sin control alguno, por lo que aprovecha para hacer cosas que quiere y por las que usualmente se le castiga cuando está acompañado.
  • Destroza elementos que están impregnados del olor de las personas que son miembros de su núcleo familiar y los esparce por toda la casa para generar una especie de ‘espectro de aroma’, capaz de hacer creer al supuesto ‘agente externo de amenaza’ o depredador, que no está sólo en casa y que al contrario, hay muchos individuos dentro de ella.
  • Puede también orinar y defecar por todas partes y correr de un lado a otro rasguñando la puerta de la casa, mientras vocaliza sin cesar. Ocurre en perros inseguros, con baja autoestima y exageradamente dependientes de las personas.
  • Ladra, aúlla o gime excesivamente. Este fenómeno se presenta en perros a los que les ha funcionado vocalizar anteriormente para cohibir a sus dueños. Por ejemplo, se les ha liberado, suministrado alimento o agua o brindado atención mientras ladraban. Normalmente, se soluciona ignorando sus vocalizaciones, aunque en muchos casos, otros perros o agentes externos responden a sus llamados desde la distancia, lo que complica la situación.
  • Destroza elementos para consumir sus partículas o come sus propias heces. Esto, porque cree que su proveedor de alimento se ha ido y debe alimentarse a toda costa. Ocurre en perros que tienen o creen tener deficiencias nutricionales y desean ‘complementar su dieta’.
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Cómo dejar solo a un canino en casa y evitar desastres

  • Enseñar al animal, desde cachorro, a permanecer sólo en casa. Para ello, puede dejarlo sólo en el hogar, en un lugar seguro y limitado (preferiblemente un corral para perros) por períodos de tiempo aleatorios.
  • También sirve distraer su atención dejándole juguetes de autorreforzamento (a los que se les pueda poner un comestible en su interior). Es clave ignorar sus vocalizaciones y obviar despedidas y saludos exagerados; así, él entenderá que quedarse sólo no es malo y estará tranquilo cuando sea necesario.
  • Enseñarle al perro a no hacer nada y literalmente a ‘aburrirse’ por ciertos períodos de tiempo. Para esto, es importante ponerle el collar y la correa al perro y dejarlo al lado sin hacer absolutamente nada, mientras él cree que le espera una salida de casa que no se hará; así, aprenderá que no a toda hora hay actividades divertidas y que en ocasiones solo debemos, estar tranquilos.
  • Romper rutinas. Por ejemplo, aleatorizar los tiempos de salida cuando el perro se queda sólo y hacer preparativos como cuando vamos a salir de casa.
  • Dejar música o televisores encendidos para que el perro no sienta que está sólo.
  • Contratar paseadores, colegios o campamentos caninos, que son alternativas para que el perro no esté sólo en casa y en cambio haga actividades físicas y recreativas dirigidas por profesionales.
  • Hacer monitoreo remoto a través de cámaras de video con sistema de audio para emitir mensajes al perro en tiempo real.
  • En casos graves, lo más recomendable es consultar con profesionales en tratamientos de comportamiento canino

Información suministrada por:

Lenin Ospina, Capacitador Internacional en temas de Adiestramiento y Comportamiento Canino. Adiestrador de perros deportivos, familiares y especializados. Terapeuta del Comportamiento Canino. Creador del Programa de Educación y Modificación de Conducta Canina “Ding-Dog”

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