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La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), máxima autoridad ambiental del departamento, avanza en una etapa trascendental para la protección del oso andino. Recientemente, la institución confirmó la colocación exitosa de un collar satelital de seguimiento en Tamá, un ejemplar de oso andino, marcando el último paso previo a su liberación en el Parque Nacional Natural Tamá. Este parque, ubicado en el departamento de Norte de Santander, es reconocido por ser el sitio de origen de Tamá y constituye un enclave esencial para la preservación de la biodiversidad en Colombia.
Según la información oficial divulgada por la CAR, la instalación del dispositivo fue ejecutada por la Fundación Parque Jaime Duque. Este collar satelital permitirá monitorear los desplazamientos diarios de Tamá y evaluar su proceso de readaptación al medio silvestre. Los datos recogidos serán claves para comprender el comportamiento de una de las especies más emblemáticas y amenazadas del país, así como para recopilar evidencia científica que fortalezca los programas de conservación del oso andino a nivel nacional.
La historia de Tamá es ejemplar. Rescatado en 2014 por la Unidad de Parques Nacionales y entregado posteriormente a Corponor, Tamá fue trasladado para un proceso de rehabilitación integral a la Fundación Parque Jaime Duque. Durante seis años, especialistas en manejo de fauna silvestre han trabajado de forma continua para preparar al oso para su eventual reintroducción, brindando atención veterinaria, enriquecimiento ambiental y evaluaciones de su salud física y comportamental.
En todo este proceso, la CAR ha mantenido un rol fundamental, actuando tanto en frentes técnicos como administrativos y financieros. A través del convenio de asociación número 3088 de 2024, la corporación ha consolidado esfuerzos orientados a la gobernanza y protección de la biodiversidad, focalizándose en especies en riesgo, entre ellas el oso andino y el cóndor de los Andes. Dicho convenio representa una inversión global de COP $428.571 millones, de los cuales la CAR aporta COP $300.000 millones, recursos dirigidos no solo a la adquisición del collar satelital de Tamá, sino también a actividades de educación ambiental y seguimiento científico.
Durante su estancia en el Bioparque Wakatá, Tamá ha completado un proceso de rehabilitación que incluyó la intervención de veterinarios y biólogos especializados, así como la implementación de entornos controlados para el desarrollo de comportamientos naturales. El objetivo fue siempre maximizar las probabilidades de un regreso exitoso a la vida silvestre y recabar información valiosa que oriente futuras estrategias de conservación para esta especie, considerada vital en el equilibrio ecológico de los bosques andinos.
Con la colocación del collar satelital, Colombia tendrá la oportunidad de observar de cerca el regreso de Tamá a su hábitat, un hito científico y ambiental que puede servir de modelo para subsiguientes programas de conservación de grandes mamíferos amenazados en la región.
¿Por qué se considera al oso andino una especie amenazada?
La condición de amenaza que enfrenta el oso andino ha captado la atención de organismos ambientales y comunidades científicas, tal como resalta la CAR en sus iniciativas. Esta situación es producto de factores como la fragmentación del hábitat, conflictos con comunidades aledañas y la disminución de fuentes de alimento en su entorno natural.
La clasificación de especie amenazada implica que el oso andino enfrenta un alto riesgo de extinción en su ambiente natural. Este estatus exige la aplicación de acciones específicas de conservación, como las protagonizadas por la CAR y la Fundación Parque Jaime Duque, y continúa siendo un llamado para que autoridades y sociedad civil refuercen su compromiso con la protección de la biodiversidad colombiana.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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