Al momento de pegarle el primer mordisco, el animal trata de defenderse y utiliza las ventosas de sus tentáculos para adherirse al rostro de la joven.
Seaside Girl trata de retirarlo de su cara con cuidado, pero poco a poco va entrando en pánico y comienza a jalar con más fuerza, a tal punto que comienza a sentir dolor.
Finalmente, logra despegar al octópodo de su rostro, para descubrir que como resultado del forcejeo le queda una herida en la mejilla izquierda, que se nota mucho por la blancura de la tez de la ‘youtuber’.
Al final, la mujer deja la degustación para un próximo video, resignada por el intento fallida, pero probablemente con la convicción de que este podría ser el video más viral de su colección personal, aunque no de la forma que ella pensaba.
Esta es la secuencia con la prueba que se salió de control:
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