Eduardo Porras, un conserje que trabajaba para la secretaría de educación de Pereira, es una de los muertos que dejó la tragedia del derrumbe de una montaña. Su fallecimiento causó un fuerte dolor en toda su familia y también en su mascota, un perro llamado Broli, al que consentía todos los días.

De acuerdo con imágenes de Noticias Caracol, desde que el cuerpo de Porras está en un ataúd y lo están velando, Broli no se ha separado de él y no ha comido, demostrando una vez más que los perros son la especie más fiel.

“Es el que más lo extraña. Para la muestra un botón, no se ha retirado del féretro, ha estado ahí… Hasta a los animales uno les ve la tristeza por encima, se le ve la falta, la ausencia”, dijo al informativo Juan Carlos Moncada, familiar de la víctima.

Moncada también aseguró que en los últimos 2 días, Broli tampoco ha dormido nada y que cuando tratan de alejarlo del ataúd, empieza a ladrar y aullar para que lo dejen estar cerca de su amo.

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Vanessa Porras, hijas de Eduardo, contó a Noticias Caracol que en el momento del derrumbe su papá estaba esperando el bus para ir a trabajar a la escuela La Esperanza, ubicada en Galicia (Pereira).

La mujer detalló que lo último que habló con su padre fue sobre que estaba desempleada y los 2 estaban buscando la solución para ese problema. “Lo último que recibí de mi papá fue un abrazo y un beso… Si hubiese sabido que ese iba a hacer el último beso y el último abrazo, creo que hubiera sido más largo”, expresó con voz entrecortada.

Broli, el perro que no se separa del ataúd de su amo tras derrumbe en Pereira